Por Pilar Cuartas Rodríguez para elespectador.com
Decir que los feminicidios son crímenes pasionales es como decir que a las mujeres las agreden por amor, que hay tantas emociones, que los hombres terminan causando un daño mayor a la mujer. Eso pone la responsabilidad en la víctima, y no en el agresor.
No, los feminicidios no son crímenes pasionales. En los años 30 ese término se introdujo en Colombia, el código penal de 1936 justificaba que un esposo matara a su esposa si la encontraba con su amante. Si ella le era infiel, entonces era menos grave si él decidía matarla, y por eso se le bajaba la pena e incluso se le eximía de ir a la cárcel. Pero esos asesinatos motivados por “celos” lo que esconden en realidad es esa idea machista que las mujeres son propiedad de los hombres sus subordinadas y que ellos pueden controlar las vidas de las mujeres.
Los celos son una manifestación de posesión “si no es mía no es de nadie”,
entonces cuando una mujer se sale de ese rol de ser: castas, calladas y sumisa, los hombres implementan un castigo, el crimen pasional no existe en este caso, esto es violencia de género. El que le quita la vida a una mujer porque ella quiere terminar su noviazgo o matrimonio lo que está diciendo es: “yo controlo tu vida”, “tú te vas cuando yo lo diga”, “si no es conmigo no es con nadie” por tal razón se creó el delito de feminicidio en el 2015 que reemplaza y cambia por completo esa noción de crimen pasional, no quiere decir que cualquier mujer asesinada sea víctima del feminicidio, por ejemplo si a una mujer le quita la vida un hombre que quería robarle, es homicidio, la intención era robarle, pero si la ex pareja va al sitio de trabajo y le quita la vida a una mujer porque había terminado la relación eso es un feminicidio porque la intención era castigar a la mujer, por no seguir sus órdenes y salirse de control.
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