Por: Santiago Guerra González
En esta ocasión Santiago Guerra nos comparte una de sus motivaciones para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud Lisboa
Ante estas oportunidades que trae consigo el poder viajar y recorrer el mundo, siempre estará presente esa bella y oportuna incógnita que se le aparece al viajero de turno: ¿A qué voy? ¿Por qué me voy? Capaz, son preguntas aparentemente rutinarias a las que pueden evadirse con relativa facilidad, dando nombres de lugares o sitios turísticos de importancia en los cuales siempre quisimos estar, pero; ¿Cuál es la verdadera intención detrás de cada viaje que se hace, de cada lugar al que se va, de cada experiencia que se vive?
En mi caso, que ya he tenido la fortuna de responder a esa inquietud en varias ocasiones, he de decir que siempre hubo una respuesta diferente, incluso a pesar de que haya pasado por los mismos sitios en distintas ocasiones. Y es que como afirmó Heráclito en su momento <> siendo esta una consigna que aplica y refleja perfectamente lo que significa para mí el prepararme para una nueva travesía.
Por lo general siempre se espera algo, siempre hay una expectativa ligada a cada viaje; sin embargo, en ocasiones puede decirse que de lo que más he aprendido es de lo que menos he esperado. Puntualmente en este momento, en el cual estoy a punto de embarcarme nuevamente, quiero reconocer el valor de dejarse sorprender por El Otro, entendiéndolo como parte fundamental al momento de comprender la magnitud de experiencias de este tipo como lo es en este caso la Jornada Mundial de Juventud (JMJ) Lisboa 2023, donde habrá cientos de miles de oportunidades para reconocerlo en su esencia.
Para ello, he puesto el foco sobre la curiosidad que me genera el poder estar allí, comprendiendo que llegaré a un sitio donde estarán latentes todas las realidades juveniles de la Iglesia y que pese a estar vinculadas a un mismo cuerpo, cada una de ellas tiene una particularidad que la hace única ante las demás. Es esa diversidad, la que seguramente me llevará a responder las preguntas de ¿A qué voy? ¿A dónde voy a llegar? ¿Con qué me voy a encontrar? Es por eso, que el motivo principal por el cual decidí emprender nuevamente vuelo, seguramente lo encontraré en el transcurso de este viaje, pues pienso que las razones están más allá de lo que yo pueda pretender encontrar por mí mismo en el trayecto, sino también de lo que esos otros, en su multiplicidad de manifestaciones, puedan mostrarme, enseñarme y compartirme, de modo que pueda vivirla como una experiencia que me permita estar en sintonía, conmigo mismo, con el otro y con el momento presente.
Leave a Reply