Piero Coda recibió el doctorado honoris causa en la Universidad Católica de Córdoba
8 de marzo de 2024
En el marco del Seminario “Itinerario Córdoba 2024, Universidad Jesuita y Antropología Trinitaria” de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), y en ocasión de la entrega del Doctorado Honoris Causa de dicha Universidad a Mons. Piero Coda, se desarrollaron una serie de eventos para dar a conocer su pensamiento y su aporte que no se limita a la antropología y a la teología, sino que alcanza a la Iglesia en su camino sinodal y al diálogo ecuménico e interreligioso.
En el panel sobre la Sinodalidad del martes 5 de marzo, P. Daniel López, Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UCC, inició su exposición situando la sinodalidad en el contexto actual, mencionando a Coda (“la noche oscura del nihilismo”), al padre jesuita Juan Carlos Scannone (quien destacó la necesidad del diálogo interreligioso e intercultural en medio de esa noche) y al Papa Francisco (quien señaló que el camino sinodal es la esperanza de la Iglesia en el Tercer Milenio).
Mons. Piero Coda ofreció su experiencia directa y su lectura de la primera sesión de la Asamblea Sinodal, en la cual participó como miembro de la Comisión Teológica de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos. Coda definió la primera sesión como una pausa para aprender a encontrarse, a escucharse y a dialogar en el Espíritu. Además, agregó: “el camino acaba de comenzar. La paciencia y la perseverancia deben ir de la mano de la sabiduría y de la prudencia, pero también del entusiasmo y del coraje para asumir riesgos”.
El Seminario de Antropología Trinitaria “Itinerario Córdoba 2024, Universidad Jesuita y Antropología Trinitaria” se llevó a cabo del 4 al 6 de marzo en la sede de la UCC. El grupo de estudio, activo desde hace 11 años, está compuesto por 14 personas, mujeres y hombres, franciscanos, jesuitas, sacerdotes, religiosos, focolarinos y laicos de distintos movimientos eclesiales. Sonia Vargas Andrade, de la Facultad de Teología San Pablo de la Universidad Católica Boliviana, resumió así el Seminario en su etapa cordobesa: “Nos hemos reunido para reflexionar sobre el camino que tiene que recorrer un teólogo en América Latina en diálogo con la teología europea, como lo es la Antropología Trinitaria, teniendo en cuenta lo más típico nuestro que es la pluralidad”. El Seminario concluyó destacando que el elemento distintivo de la Teología Trinitaria – objeto de estudio del grupo – es justamente la unidad en la pluralidad: “el pensamiento del otro es tan valioso como el mío, debo pensar desde el otro y en el otro”, agregó Sonia Vargas Andrade.
El Dr. Tommaso Bertolassi, Profesor del Instituto Universitario Sophia de Loppiano (Italia), cerró la discusión abordando el tema de “jóvenes y sinodalidad”, resaltando que los jóvenes hacen la experiencia del Dios ausente: “Dios es vivenciado como el ausente, aquel que no está”. Como consecuencia, es necesario considerar la experiencia de abandono de Jesús en la cruz. “Justamente allí, en la muerte y resurrección, Dios entra en toda experiencia humana: desde aquel entonces no existe más una distancia con Dios pues Dios está en la ausencia de Dios”. A partir de esta tesis dedujo diversas implicancias para la Iglesia en general, especialmente para la pastoral juvenil.
Durante la ceremonia de entrega del Doctorado Honoris Causa a Mons. Piero Coda, que se realizó el 6 de marzo en la sede central de la UCC, el Cardenal Ángel Rossi S.J., Arzobispo de Córdoba, definió a Piero Coda como un “peregrino de la verdad, que ha vivido su vida en clave de éxodo y que lo ha llevado a salir de su propia tierra de confort para poner en diálogo permanente su pensamiento e intuiciones teológicas con diversas culturas, con quien no profesa una fe explicita o con otras disciplinas”.
Por su parte, P. Gonzalo Zarazaga S.J., Director del Doctorado en Teología de la UCC, presentando el aporte de Coda, afirmó que “la Ontología Trinitaria de Piero Coda nos abre a la intimidad del Dios Trino y nos invita a participar de su amor en plenitud”.
En sus palabras de agradecimiento, Mons. Piero Coda afirmó que consideraba la distinción recibida como una valorización del estilo de entender y llevar a cabo el trabajo filosófico y teológico, que se demuestra de gran actualidad en el proceso de reforma sinodal y misionera en el que está empeñada la Iglesia, bajo la guía de Papa Francisco. Y agregó: “se trata de ponernos en actitud de aprendizaje recíproco unos de otros, escuchando juntos lo que el Espíritu dice a las Iglesias: en el intercambio de los dones de las respectivas experiencias de inculturación de la fe y de la misión, de las que son portadoras nuestras comunidades y culturas”.
El día 7 de marzo se llevó a cabo la conferencia magistral de Mons. Piero Coda, cuyo título fue “Habitar la reciprocidad del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo para encender de nuevo el sentido y el destino de la historia”. A continuación, hubo un momento de diálogo muy enriquecedor, en el que Mons. Coda pudo responder a algunas sugestiones y profundizó algunos conceptos. Interpelado sobre los “gritos” y los dramas de la humanidad de hoy, destacó las guerras absurdas y “deicidas” (citando al político italiano Igino Giordani) y la incapacidad de responder adecuadamente a los jóvenes y de transmitirles quién es Dios.
El encuentro del 8 de marzo estuvo dedicado al tema “Convivencia en tiempos de crisis. Mística de una fraternidad humana”. Este último panel, dedicado al diálogo, tuvo la particularidad y la riqueza de contar con el aporte de la mirada de otras religiones, confesiones cristianas y la de los pueblos originarios. Mons. Piero Coda destacó en su exposición que las relaciones interpersonales entre personas de religiones diferentes se vuelven generativas y pueden transformar todos los ámbitos, la política, la economía, la comunicación, el arte. Además, sugirió un método para hacer una verdadera revolución cultural: “¿Cómo la llevaremos adelante juntos? Activando células vivas de estas relaciones, pequeñas experiencias en la escuela, la familia; organizando laboratorios de proyectos practicables por el bien común. Y, por último, ofreciendo recorridos de formación a las nuevas generaciones, para educarse juntos y para ser protagonistas en esta etapa inédita de la historia de la humanidad”.
En este panel también participaron la Dra. María Clara Bingemer (Profesora en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro y consultora del Sínodo sobre la Sinodalidad) y Dr. Roberto Tomichá (Miembro del equipo de Teología India de la Escuela Social del CEBITEPAL – CELAM). La Dra. María Clara Bingemer habló sobre “Pluralidad, diversidad, diálogo: el proyecto de Dios”, mientras que el Dr. Roberto Tomichá abordó el tema de la mística de la fraternidad a partir del diálogo con los pueblos originarios, apuntando a la soro-fraternidad y a la creaturialidad.
Al finalizar el panel central, el rabino Marcelo Polakoff y el pastor luterano Rodolfo Sexauer compartieron sus reflexiones y perspectivas sobre la fraternidad desde una mirada interreligiosa. Polakoff llegó a la conclusión de que la clave de la fraternidad radica en la educación no sólo intelectual, sino también del corazón. Por otro lado, Sexauer estuvo de acuerdo con el rabino en la importancia de la educación y, además, destacó la relevancia del diálogo interconfesional.
La rabina Silvina Chemen, a través de un videomensaje, expresó su afecto, admiración y gratitud hacia Piero Coda por su labor en fortalecer los lazos interreligiosos junto al Movimiento de los Focolares. Justamente, Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, durante su última visita a Argentina en 1998 sugirió un diálogo a 360° para estas tierras.
P. Daniel López, Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UCC, resumió los eventos de esta semana con 3 expresiones: caminar juntos, habitar y vivir juntos haciendo referencia al núcleo de los eventos que se desarrollaron en Córdoba la primera semana de marzo, semilla y fruto de un camino juntos.
María Laura Hernández
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