Home Familia Un grupo de padres pasó un fin de semana sin sus celulares y las reacciones de sus hijos fueron sorprendentes.

Un grupo de padres pasó un fin de semana sin sus celulares y las reacciones de sus hijos fueron sorprendentes.

Un grupo de padres pasó un fin de semana sin sus celulares y las reacciones de sus hijos fueron sorprendentes.

Por. Fernanda Jara Fuente.

Una veintena de madres y padres de una escuela de Neuquén fueron parte de una investigación que, tras la demanda de sus hijos e hijas, les propuso estar dos días completos desconectados del mundo virtual. Los juegos y el tiempo compartido, lo más valorado. 

Las nuevas tecnologías acercan a quienes están lejos, pero a veces tienden a alargar distancias con quienes están al lado. Y, en pleno desarrollo de las nuevas plataformas, es poco probable salirse voluntariamente de ese mundo virtual por el que hoy pasan tanto el trabajo como los momentos de distracción, y hasta el intercambio constante con amistades, otros familiares e, incluso, hace puente de diálogo con desconocidos.

Pese a esa aparente imposibilidad de apagar los dispositivos móviles, un llamado de atención que niñas y niños de entre 7 y 10 años que hicieron a los mayores de la casa lo logró: no podemos usar celulares, ¿pero ustedes, sí? El resultado fue una puerta a nuevas experiencias o algunas que parecían olvidadas. 

El desafío 

Los niños y las niñas de la “Fundación Escuela Bosque”, de San Martín de los Andes, mostraron su preocupación al ver a su papá o mamá “todo el tiempo con el celular”. “Dicen que están trabajando”, “No me mira”, “Si estamos mirando una película, se levanta a mirar el celular”, contaron junto a una infinidad de observaciones y reflexiones. 

Ese fue el pie para que Oyuela —además de psicóloga madre de una nena que acude a esa fundación—, viera allí un espacio para investigar y analizar. “Estamos hablando de infancias, de niñez, de vínculos, de contenidos que deben ser profunda y minuciosamente protegidos”, sostuvo la mujer de 41 años nacida en Buenos Aires, egresada de Psicología en la Universidad de Belgrano. 

Concentrada en el desafío, asegura: “Frente a esta realidad, propuse al grupo de padres y madres, hacer el desafío de desconexión: dos días enteros sin celular, un fin de semana sin conexión instantánea, sin redes sociales, sin WhatsApp. Sólo el e-mail como única forma de comunicación externa. El desafío parece sencillo, pero para la gran mayoría no lo es. 

“A raíz de la inquietud de ellos, decido armar un taller especialmente dedicado a este tema con los papás y las mamás de todos estos niños. Hablamos del celular y la pantalla. Se hizo un recorrido de una hora y media en la que les propuse que durante ese fin de semana apagaran el celular y que como familia empezaran a tomar registros de qué sucede adentro de la casa cuando no hay celular de por medio y que esos registros escritos lo hagan los papás y mamás, pero que también los niños para expresar qué ven en sus papás y en sus mamás durante ese fin de semana de diferente y como familia”. 

Después de la experiencia 

El fin de semana de desconexión dejó muchas consideraciones y abrió interrogantes sobre el uso que los adultos les damos a los celulares y además cuál es la edad en la que los menores deben tener uno propio. ¿Es necesario que usen redes sociales? ¿Es más lo que ganan o pierden al hacerlo?