Por Rosita Toscano – Guatemala
En mí experiencia de la palabra de vida “Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre” del Salmo 145, he aprendido que es sirviendo, amando y ayudando a mi prójimo, como alabo y bendigo el Santo nombre de Dios.
Trabajo en una parroquia haciendo varios oficios, uno de ellos es cocinar, y hace algunos meses mi jefe por salud ha comenzado una dieta, pero cuando cocino no solo es para él sino para otros trabajadores así que he comenzado a hacer dos platos diferentes uno específico para el sacerdote y otro para los trabajadores, eso me ha llevado más tiempo y dedicación, porque de esa dieta depende la recuperación de mi jefe, y que los demás tengan fuerzas para trabajar mejor. Lo he hecho con mucho amor y recordando que “Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre”, ahora él está mejor y sé que otro modo de vivir esta palabra de vida es siendo responsable, servicial, honesta, sencilla en mi trabajo.
Una de mis hijas ha decidido consagrarse, no ha sido fácil “donar una hija” pero sé que es un modo de vivir esta palabra de vida “Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre”. Es solamente él que me ha dado la fuerza para seguir adelante, amando concretamente también a mi otra hija con quien vivo y con ella buscamos siempre un modo de compartir todas las bendiciones que tenemos, por ejemplo, fuimos a cocinarles a unas amigas que estaban pasando una situación difícil, es así como no solo yo vivo la palabra sino junto con mis hijas “Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre”.
Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre. Salmo 145 Experiencia – Guatemala
Por Rosita Toscano – Guatemala
En mí experiencia de la palabra de vida “Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre” del Salmo 145, he aprendido que es sirviendo, amando y ayudando a mi prójimo, como alabo y bendigo el Santo nombre de Dios.
Trabajo en una parroquia haciendo varios oficios, uno de ellos es cocinar, y hace algunos meses mi jefe por salud ha comenzado una dieta, pero cuando cocino no solo es para él sino para otros trabajadores así que he comenzado a hacer dos platos diferentes uno específico para el sacerdote y otro para los trabajadores, eso me ha llevado más tiempo y dedicación, porque de esa dieta depende la recuperación de mi jefe, y que los demás tengan fuerzas para trabajar mejor. Lo he hecho con mucho amor y recordando que “Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre”, ahora él está mejor y sé que otro modo de vivir esta palabra de vida es siendo responsable, servicial, honesta, sencilla en mi trabajo.
Una de mis hijas ha decidido consagrarse, no ha sido fácil “donar una hija” pero sé que es un modo de vivir esta palabra de vida “Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre”. Es solamente él que me ha dado la fuerza para seguir adelante, amando concretamente también a mi otra hija con quien vivo y con ella buscamos siempre un modo de compartir todas las bendiciones que tenemos, por ejemplo, fuimos a cocinarles a unas amigas que estaban pasando una situación difícil, es así como no solo yo vivo la palabra sino junto con mis hijas “Todos los días te bendeciré, alabaré tu nombre por siempre”.