Periodismo en profundidad: Cuando uno ama ve las necesidades de los otros

Periodismo en profundidad presenta en este número tres testimonios, sencillos y de ágil lectura, la clave que consideramos importante es la práctica testimonial de la vida que siempre responde a dos grandes pilares: la vida de la comunidad y la espiritualidad que emerge del Evangelio. Allí en lo cotidiano, emergen esas dos fuentes de agua viva: la vida de la Espiritualidad del Evangelio expresado en las prácticas que van generando comunidad, y esas comunidades pequeñas, medianas o grandes que van a su vez ofreciendo un estilo de vida característico, con mirada al bien común, a la necesidad de los otros, evidenciando que otro mundo es posible.

Ahora el hecho de tener al lado de la camioneta un horno, era evidente que entre los dos no lo iban a poder subir. Pero una mano amiga siempre se encuentra así que finalmente, la noche antes de salir ya lo habían cargado

Era un horno muy especial pues había servido por años para que Fredy, panadero profesional, le sacara provecho enseñando el arte de hacer pan a los adolescentes del Movimiento (1) y para proyectos solidarios. “Hace unos años – recuerda Héctor – acompañaba a los gen3(2) en su formación que entendíamos integrada con saber trabajar. Para ello, en oración, le pedí a Jesús un horno con que enseñar a hacer pan junto a Fredy. Al poco tiempo un amigo herrero, sabiendo esta idea, se ofreció fabricarlo con solo proveerle de los materiales.”

Héctor y su esposa Esperanza habitan en una casa amplia con un garaje integrado a una sala donde ya no caben carros pues está repleto de instrumentos musicales, consolas y micrófonos compitiendo con retratos y paisajes pintados por él y uno que otro afiche de las primeras bandas que formó con sus amigos músicos en los ’60. Todo es parte de su mundo y de su alma de artista que conjuga a la perfección con su espíritu solidario y una fe genuina en Dios Amor, fuente de toda belleza.

“El horno se usó por años en diversos proyectos – comenta Fredy – hasta que se presentó la oportunidad de cambiarlo por otro más moderno y así de acuerdo con nuestros amigos voluntarios decidimos donarlo a la Hacienda de la Esperanza”(3) . 

De eso se trataba, llevar el horno a Salamá, en Baja Verapaz, a 180 km. de la capital de Guatemala, donde están ubicadas las dos sedes, femenina y masculina, de esa institución dotada de principios y valores extraídos de la Espiritualidad de la Unidad. Tal es así que sus beneficiados, unos veinte por grupo en las sedes guatemaltecas, conjugan en la vida comunitaria la praxis de la Palabra de vida y la comunión de bienes con todas las consecuencias transformadoras que conlleva. En Guatemala los miembros del Movimiento de los Focolares, llevan décadas colaborando en sus desarrollos. 

En el momento de entregar el horno, ahora sí con muchas manos que ayudaban a bajarlo, experimentaron la alegría de dar. “Hay más alegría en dar que en recibir” principio evangélico que Héctor y Fredy han cultivado desde que en la Espiritualidad de Chiara Lubich (4) encontraron un sentido para sus vidas. 

“Al donar el horno yo debía ir a darles las indicaciones para su uso, por eso nos organizamos con Héctor para regresar el siguiente fin de semana.”

Esta visita fue de dos días y sirvió para enseñarles a los muchachos el uso del horno y los principios básicos para producir pan y pasteles. “En esa ocasión – recuerda Héctor – nos invitaron del sector femenino, distante unos 10 km, a convivir en un fogón, muy alegre con muchos cantos que yo acompañé con mi guitarra”. Sin embargo, al mismo tiempo notaron la austeridad en que vivían las jóvenes. Ya de regreso a casa al día siguiente Héctor pensó en sus patos, gallinas y palomas que criaba en el patio. Otra vez a compartir la inquietud de ir a ayudar. Y de nuevo salir el domingo a la madrugada, esta vez con una carga de aves. 

“Me sentí muy afortunado de poder ayudar a mis semejantes, donando los talentos que Dios me ha regalado” dice Fredy, y mirando aún más lejos “… hemos pensado darle seguimiento en la capacitación de los jóvenes y certificarlos con un título, para cuando ellos salen de su tiempo de recuperación puedan incorporarse de nuevo al mundo productivo”. 

Por Felipe Casabianca – Ciudad de Guatemala

1 Movimiento de los Focolares: u Obra de María es un movimiento eclesial dentro de la Iglesia católica, fundado por Chiara Lubich en Trento durante el periodo de posguerra. 

2 Gen 3: chicos y chicas de los 9 a los 17 años, de pueblos, razas y culturas diversas, han acogido con entusiasmo el ideal de la unidad 

3 Fazenda de la Esperanza: es una comunidad terapéutica que desde el año 1983 actúa en la recuperación de personas con dependencias del alcohol y de las drogas. 

4 Chiara Lubich: Fue la fundadora y presidenta del Movimiento de los Focolares. en Dios Amor, fuente de toda belleza. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *