Honduras es un país de nueve millones de habitantes con un bono demográfico importante que va a durar hasta el 2030, eso significa que cerca del 52% de la población es menor de 30 años en el país y el desafío es grande para el sistema educativo sobre todo en términos de inclusión así como, términos en que la educación le dé a la población capacidades para ser mejores personas, mejores ciudadanos y para los que opten por otros niveles educativos, mejores profesionales que desplieguen todas sus capacidades y potencialidades. Pero, el país es sumamente desigual, el tercer país de América Latina con mayor índice de desigualdad, también muy marcado por la pobreza, 76% de la población empobrece y de ese 76%, el 55 % está en extrema pobreza siendo este el factor que más impacta en la cobertura y el derecho al acceso del sistema educativo. Eso significa, que en los dos extremos de la educación que es prebásica y media por no hablar del mundo universitario, las tasas de cobertura por edad están alrededor del 35%, o sea, del bachillerato apenas el 35% de los jóvenes pueden ingresar y si hablamos del nivel universitario, la tasa de cobertura en los últimos quince años no se ha movido del 16% de los jóvenes entre 18 y 25 años. Entonces hay una deuda grande del sistema educativo con garantizar el derecho a la educación consignado en la Constitución de la República.
Pandemia y sus desigualdades en la educación
La pandemia profundizó y amplió la crisis educativa acumulada a lo largo de cerca de 30 años ¿en qué sentido? Primero aumentó la exclusión porque Honduras es el país de Centroamérica después de Nicaragua que tiene menos acceso a internet en casa, apenas el 25% de los nueve millones tiene internet en casa de calidad, eso significó que, con el cierre de las escuelas, además que fue el más largo en América Latina, nosotros volvimos a la presencialidad en abril del año pasado, fue el más tardío en regresar y la pandemia significó que al millón de niños y jóvenes que ya eran excluidos se sumó un millón y medio que quedó fuera porque no tuvo ningún acceso a la oferta que se dio fundamentalmente a través de WhatsApp, yo no hablaría en Honduras de educación virtual, eran mensajes vía WhatsApp y devolución de tareas por WhatsApp, esto significó aún más rezagos de aprendizaje, al final el sistema educativo está para que los estudiantes aprendan aquello que les sirva para tener una mejor vida.
Desafíos
Primero:posicionar la educación como una prioridad en la vida de la gente, de las familias y del Estado a través del gobierno. Las últimas encuestas de opinión hacen ver, por ejemplo, lo que, para las familias hondureñas en promedio, la educación pasó de ser la tercera prioridad a ser la sexta prioridad. Y eso entonces, a nivel del gobierno se refleja también en que en el discurso se dice que es una prioridad, pero por séptimo año consecutivo a continuado disminuyendo el porcentaje del Pin que se asigna a educación que bajó de 7% a 4% y que el presupuesto para educación no ha crecido, al contrario, este año si se quita lo de sueldos y salarios que siempre tiene ajustes por inflación, etc. disminuyó prácticamente en 12% con relación al año pasado. Segundo: es el tema de la calidad no en el sentido tecnocrático de estar en un Rankin internacional sino la calidad en el sentido de atender las necesidades auténticas de la población y volver a colocar en el centro a las personas y a la finalidad de la educación, porque la finalidad la han convertido desde el enfoque dominante en que el estudiante pase el grado y no en que aprendan.
Tercero: la equidad, o sea, cómo enfrentamos la realidad de estos dos millones y medio de niños excluidos totalmente del sistema educativo, cómo enfrentamos las brechas que se ampliaron en la pandemia entre la educación pública y la educación privada donde el rezago, por supuesto, está en la educación pública, cómo enfrentamos las grandes desigualdades entre la educación para la población rural, entonces el tema de la equidad es central. Nosotros tenemos nueve pueblos indígenas y afrodescendientes de los cuales apenas el 2% llegan al sistema educativo, entonces el tema de la equidad es central.
Horizontes de esperanza
Uno de ellos es que cada vez lo que llamamos la sociedad civil que la diferenció aquí de lo que es el sector privado, la sociedad civil en términos de movimientos populares, comunidades eclesiales de base, cooperativismo, pequeños emprendimientos locales que no tienen fin de lucro sino de dar valor agregado a lo que se produce, etc. Están tomando conciencia de que la crisis es tan profunda que difícilmente el gobierno o el Estado va a lograr solo enfrentarla, así que, hay una movilización de familias, mujeres organizadas, cooperativas, la unidad de iglesias, buscando contribuir a identificar mejores alternativas a nivel local e incidir a nivel de política pública. La segunda luz de esperanza que tenemos es que en el país, no solo en educación, sino en otras áreas se ha ido construyendo una conciencia de derechos, el tema del derecho a la educación está ganando visibilidad, de repente, la década anterior, lo más visible eran los derechos de las mujeres que sigue siendo una gran deuda con unas tasas de feminicidios altísimas a diario, en promedio, en Honduras matan dos mujeres de manera violenta, pero ahora también educación empieza a visibilizarse como un tema de reivindicación y de exigencia de derecho que trae esperanza.
Y, un tercero, es que las experiencias que se venían dando a nivel local, a nivel comunitario, hay un interés del gobierno, así como de las universidades para que no sean solo anécdotas, sino visibilizarlas y que, a partir de ahí, con todo lo que implica la formulación de una política pública, poder generar un nivel de incidencia, es decir, escalar de una experiencia localizada hasta una política pública, estos son algunos signos de esperanza.
Aporte del pacto educativo global a la educación en Honduras
Lo primero es que le viene a dar luz y fuerza a esta conciencia creciente de que o hacemos de la educación un campo de trabajo, de compromiso, de movilización de todos y todas, gobierno y sociedad civil o la crisis continuará profundizándose e impactando por supuesto en todos los ámbitos de la vida, creo que eso es un aporte fundamental desde el pacto.