La desinformación se define por su intencionalidad

En julio de este año, la experta en comunicación digital y periodista Albertina Navas (Ecuador) fue la invitada del último conversatorio virtual organizado por SIGNIS ALC, SIGNIS Ecuador y Comisión Ecuatoriana de Justicia y Paz, titulado “Infodemia ¿cómo evitar la desinformación en las redes sociales?» Navas también representante por América Latina y Caribe del Departamento de Comunicación Digital de SIGNIS Mundial calificó a la “infodemia”, en primer lugar, como “la epidemia de desinformación” que se difunde a través de los distintos canales digitales, en paralelo a la pandemia de coronavirus.

La comunicadora explicó que, a diferencia de la “infoxicación”, que alude únicamente a la sobrecarga informativa que sobrepasa nuestra capacidad de gestión, el término “infodemia” va más allá, al referirse también a la dificultad de discernir, dentro de esta abundancia informativa, “la información valiosa de la que no lo es, y “las fuentes confiables, de las que no lo son”.

“Oír el silencio supone contemplar ontológicamente el mundo”.

El contexto

De acuerdo con la investigadora, tres aspectos acompañan el contexto actual de “infodemia”.

Así, en consonancia con las definiciones publicadas por UNESCO y la Unión Europea, la desinformación puede describirse como una “información deliberadamente falsa, difundida intencionalmente”, lo que la diferencia de la “información errónea” (información falsa transmitida con el convencimiento de su verdad) y la “mala información” (información verdadera, pero que, de ámbito privado o restringido, que se saca a la luz pública con la intención de causar daño).

Cifras

Más adelante, la investigadora presentó algunos datos que contextualizan el entorno de desinformación. Como muestra, dio a conocer que 41% de las plataformas a través de las cuales se difunden las “noticias falseadas” no se pueden identificar. Por otro lado, en los últimos meses, los temas más “falseados” (57%) corresponden a tópicos de ciencia y salud, sobre todo, relacionados con el tema de prevención, que generalmente, tienen que ver con supuestos remedios mágicos para frenar la pandemia, del estilo “el vinagre que aminora los síntomas”.

“Lo que realmente me preocupa es que personas formadas, con un supuesto sentido crítico, comparten esta información”, añadió Navas, quien explica que, al ser difundida por fuentes aparentemente confiables y respetadas, hay una mayor probabilidad de que esta sea considerada verdadera, y, por ende, que se vuelva viral.

Asimismo, la mayoría de “bulos” que se transmiten en las redes sociales se encuentran en formato de texto (90%), lejos de la creencia de que la mayor parte se transmite a través de videos o audios. De igual manera, cerca del 70% proviene de fuentes anónimas o suplantadas.

Protocolos. ¿Cómo gestionar la negatividad?

Por último, Navas compartió algunos consejos para manejar la desinformación y reconocer las “noticias falseadas”, antes de compartirlas.

Un primer paso consiste en verificar las fuentes de información (…)

El segundo es investigar los recursos que acompañan a la información, como imágenes y videos, por ejemplo, realizando búsquedas inversas de imágenes en Google o recurriendo a verificadores de videos como el de Amnistía Internacional, a través de los cuales se puede conocer información de quién los subió o cuándo, a través de los datos proporcionados por los metadata. Otra recomendación es comprobar la veracidad de las informaciones en los sitios de verificación o Fact-checking disponibles en la red (…)

Triple filtro socrático

Navas también recomendó la aplicación del “triple filtro socrático”, que radica en plantearse ciertas preguntas antes de compartir una información.

Para finalizar, la integrante de SIGNIS Ecuador planteó a los asistentes reflexionar en torno a una cita del investigador estadounidense Bruce McComiskey, quien afirma que actualmente las audiencias ya no buscan información sobre la cual basar sus opiniones,

sino, más bien, opiniones que respalden sus creencias. “Ahora a las personas ya no les interesa lo que es verdadero o no, sino validar su punto”, explicó Navas. “Por eso les invito, como comunicadores, a no caer en este engaño y, más bien, a orientar a nuestras

audiencias y allegados en contrarrestar esta desinformación”, concluyó.

El conversatorio virtual formó parte del ciclo de charlas online “Para construir el futuro en medio de la pandemia” que SIGNIS ALC, SIGNIS Ecuador y Comisión Ecuatoriana de Justicia y Paz organizan cada quince días a través de Zoom y Facebook Live.

Por Redacción SIGNIS ALCFuente https://www.riial.org/lawww

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