#Jóvenes #México
Por Marco Carranza – México
Si queremos hablar de la Escuela de Jóvenes de la Mariápolis El Diamante, es necesario dar un vistazo al pasado para comprender mejor su evolución. Desde los inicios de la Mariápolis en 1990, se concibió como un lugar para la formación de las nuevas generaciones. Por lo tanto, desde el principio, junto a una familia, algunas focolarinas y voluntarias, llegaron las primeras jóvenes para colaborar en el desarrollo del Diamante. Estas chicas, sin saberlo, en agosto del mismo año, fueron la semilla que dio inicio al árbol de la Escuela de Jóvenes que conocemos hoy en día.
No fue hasta mediados de 2003 que llegaron los primeros chicos a la Mariápolis, marcando oficialmente el comienzo de las dos “Escuelas Gen” al servicio de la formación de jóvenes de la región y del país. En aquel momento, los países de Centroamérica y México eran los principales lugares de origen de los jóvenes que llegaban a El Diamante para “hacer la experiencia”, como se llamaba coloquialmente al período formativo que realizaban en la ciudadela.
Durante más de 10 años, los chicos y chicas que asistían a la escuela recibían formación por separado y trabajaban en lugares distintos. Eventos como campamentos, misas, la venta de pan de muerto y rosca de reyes, pastorelas, la celebración de la Beata Chiara Luce, fiestas de la ciudadela y otros, ofrecían espacios para que colaboraran, se conocieran y pusieran en donación sus talentos y cualidades.
Tras un profundo análisis de las realidades juveniles, diálogos entre los asistentes, chicos de la escuela, habitantes de la ciudadela y personas de las comunidades cercanas, momentos de oración y comunión, se decidió que las “Escuelas Gen”, tanto la masculina como la femenina, se fusionarían en una sola bajo el nombre de “Escuela de Jóvenes”. De esta manera, se lograba una visión más amplia, actual y receptiva a las necesidades e inquietudes de los jóvenes de hoy. En agosto de 2017, se inauguró la primera Escuela de Jóvenes unificada, marcando un importante y necesario cambio para continuar con la formación de los mismos.
En la actualidad, la Escuela está compuesta por seis chicos y seis chicas de diferentes nacionalidades, junto con un grupo de seis asistentes que coordinan su funcionamiento. Algunos de sus objetivos incluyen proporcionar una formación que integre las dimensiones humanas basadas en la espiritualidad de la unidad, crear una experiencia de vida comunitaria en la que la ciudadela sea una comunidad formadora, fomentar la interculturalidad y promover un compromiso social.
La duración de la escuela es de 10 meses, iniciando en el mes de agosto con conclusión en junio del siguiente año. Está dirigida a jóvenes de 18 a 26 años que buscan un crecimiento personal, espiritual, social que pertenecen o no al Movimiento de los Focolares.
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