#Experiencia #Jóvenes #Venezuela
Por Joice Pacheco – Venezuela
Hoy se manifestó nuevamente en mi vida el amor de Dios. Debido al exceso de trabajo, a los apagones o fallas eléctricas constantes, compro comida para hacer al instante. Mientras realizaba mis actividades en el hogar llegó una hermana de la iglesia pidiendo condimentos para preparar comida a las personas que están pintando la iglesia de mi comunidad.
Solo tenía un tomate y una cebolla, más nada. Sin pensarlo y sin preocuparme que almorzaría, le entregué todo. Luego me dije: “Bueno Joice, comerás arepa frita con mayonesa”. También tenía un poco de queso.
Cuando estoy preparando mi almuerzo me llama una de mis vecinas que tenía algo en su casa para mí y que fuera buscarlo. Enseguida fui: era unos pescados para freír. Ese día comí rico y, además, puedo compartirlo con una visita que me estará acompañando en la misa de San Miguel Arcángel, patrono de mi pueblo. Comí y me vino a la mente las enseñanzas de Chiara y lo que he aprendido en el Movimiento de los Focolares. Agradecí a Dios por la Providencia. Confío plenamente en el amor a Jesús y que si dejas de tener para dárselo al otro como si fueras tú mismo, siempre su mirada estará puesta completamente en ese abandono.
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