Latinoamérica contó con la presencia de la secretaría de Parroquias Nuevas del Movimiento de los Focolares representada por el párroco Padre Nazareno de Italia y Marta focolarina de vida común de Rumania.
Iniciando el recorrido pasaron por Venezuela, para después llegar a Colombia donde se reunieron en varios puntos, pasando por Medellín, visitando una parroquia del padre Álvaro, seguidamente fueron a Armenia para participar en el congreso de los sacerdotes donde permanecieron cuatro días, en medio de los cafetales, experimentando el área rural y viviendo temas profundos como: misión, llamados y enviados, además se encontraron con la comisión de la comunidad de Armenia, luego de este encuentro estuvieron dos días en Cartagena, donde encontraron un grupo de personas muy vivaces y con muchas posibilidades de continuar al ritmo de parroquias nuevas, terminaron su recorrido en Bogotá, donde visitaron una parroquia y el centro educativo alegría ubicado en Tocancipá, así como el centro Mariápolis donde se proyecta un encuentro Latinoamericano de sacerdotes para la pascua del 2025.
Pero a todo esto ¿quiénes son Marta y Padre Nazareno? Estando en Bogotá se realizó un zoom para culminar con todos los encuentros de este sector, encuentro donde brevemente se presentaron Marta quien expresó:
“gracias, realmente, por esta acogida la hemos vivido en cada momento y lugar donde hemos estado, hemos encontrado la familia de Chiara, es la realidad, una obra muy viva, en algunos momentos ha sido muy conmovedor”.
Marta es una focolarina de vida común de Rumania, quien desde el 2021 después de la Asamblea, Margareth la presidenta del Movimiento de los Focolares la invitó al centro a conformar la nueva Secretaría del Movimiento Parroquial y Diocesano. Padre Nazareno apuntó:
“yo también les agradezco por esta acogida que nos han dado, tanto aquí en Colombia como en Venezuela es un gracias que se acumula para todos”.
Padre Nazareno es un sacerdote, italiano, congregado desde los 29 años conoció el Movimiento de los Focolares cuando tenía 14 años, en su ciudad natal Ascoli Piceno, gracias a los jóvenes del Movimiento Diocesano, siempre ha estado en contacto con el focolar sacerdotal de su diócesis, estando con ellos también nació el haber comprendido la llamada al sacerdocio, fue el Movimiento Diocesano donde se hizo clara la voluntad de Dios para él.
Este encuentro contó con diversas preguntas en donde destacamos las siguientes:
¿Cómo nace el Movimiento Parroquial?
“Todo nace de la vida” No es que eso sea un plan que alguien hizo sobre la tierra, sino nace en los sacerdotes que conocieron la espiritualidad y la unidad, que después comenzaron a participar en las primeras Mariápolis, se dieron cuenta en un determinado momento que esta vida que ellos habían encontrado renovaba mucho la vida personal, pero también era una grandísima posibilidad de renovar también el ambiente donde ellos actuaban, donde ellos vivían, para la iglesia, para la parroquia misma.
En1966, cuando un grupo de sacerdotes y religiosos fueron a la audiencia de Papa Paolo VI, y en aquella circunstancia el Papa los animó a llevar la espiritualidad en la unidad en las propias parroquias y en sus diócesis, así, simultáneamente, Chiara Lubich ponía vida y prácticamente lanzaba los primeros encuentros de las parroquias y, ¿qué sucedía? A los participantes se les ofrecía un anuncio muy concreto, específico, del ideal que suscitaba una vida nueva, una vida evangélica en las parroquias. Y podríamos decir que estaba surgiendo el Movimiento parroquial.
Después, más adelante, en 1986, cuando en el aula de Paulo VI, cuando por la primera vez se hizo un encuentro para el mundo de las parroquias y participaron cerca de 7.000 personas de 42 países, fue allí, donde prácticamente, se vio que a través del discurso programático de Chiara que hizo en aquella circunstancia, surgía esta realidad nueva en las parroquias.
Y después de aquel momento, Chiara se preguntó ¿cómo podemos acompañar la vida en las parroquias? ¿Qué podemos hacer? Y así le surgió este deseo que se concretizó después en tener una secretaría que estuviese vinculada al centro de la obra directamente y no solamente para los sacerdotes focolarinos como era antes, sino una secretaría que tomase en cuenta la vida de las parroquias.
En junio de 2005 se hizo otro congreso, otro convenio para los miembros de la obra que trabajaban en las parroquias y allí, según la estadística, eran casi 14.000 parroquias. Y como estadística, 4.200 parroquias con 14.000 personas.
Y Chiara cuando vio este número dijo: “si nosotros lanzamos a estas personas en las parroquias se da un incendio”.
Y así, en un mensaje programático, Chiara invitó a todos los miembros de la obra que actúan en parroquias de actuar según esta comunión, una comunión antes que nada profunda entre ellos, de manera de moverse en unidad con Jesús en medio en la parroquia. Y pidió también de hacer un paso más, de ser una presencia de la obra de María, cada uno, pero también juntos.
¿De qué está constituido el Movimiento Parroquial?
El movimiento parroquial es entendido como una comunidad de la obra de María que vive en esa situación particular, en ese contexto particular. Por lo tanto, si tuviésemos que definir de qué está constituido el movimiento parroquial, podemos decir:
“es esa comunidad constituida por miembros de la obra de María que sienten encarnar el carisma de la unidad, en la parroquia para renovar las articulaciones de la iglesia particular, a través de esa particular expresión de la obra que es el movimiento parroquial”.
Por lo tanto, tiene su camino formativo, que tiene una estructura, con sus grupos de adherentes, niños, jóvenes, adultos, que tienen sus etapas, que son las etapas de la obra y que tienen un camino bien preciso. Por lo tanto, se delinea la parroquia como una verdadera comunidad, un verdadero grupo.
¿Qué significa ser un comprometido en el Movimiento Parroquial?
En el encuentro del 86 empieza a delinearse el “comprometido parroquial”, es decir, la figura de aquellas personas internas de la Obra de María que sienten como llamada particular la de vivir para llevar el carisma en las articulaciones de la iglesia local.
Y a la pregunta que se le dirigió a Chiara de ¿cómo ves tú a estos comprometidos?, Chiara respondió: “Los veo como a todos los internos de la obra, como a los gen, como a los voluntarios”.
Por lo tanto, se delinea siempre más la figura del comprometido parroquial. Tanto es así que hoy existen comprometidos parroquiales que son los principales animadores del Movimiento Parroquial. Entonces, con la palabra comprometido “no entendemos un servicio que ellos hacen, sino que comprendemos un ser, un modo de ser, una llamada a estar allí en ese contexto eclesial” estos son los comprometidos.
Después el servicio también, pero ese viene después. Decía que los comprometidos parroquiales son los principales animadores del movimiento parroquial. El movimiento parroquial no es un movimiento que hace un servicio al párroco o a la parroquia, sino el movimiento parroquial es una comunidad de la obra de María que vive en ese territorio y en aquel contexto particular que es la parroquia, por lo tanto, vive en el ámbito de la parroquia y da una continuidad a aquello que propone, una continuidad ya sea en términos de formación, también en términos de anuncio y de pastoral.
¿Cuál es el camino que se debe seguir para “ser” Movimiento Parroquial?
Ustedes comprenden que no es solamente un “hacer”, sino que es una formación, es un “ser” y para “ser” hay un camino de formación en los puntos de la espiritualidad, en la historia de la obra, en los aspectos, y también una formación a la vida eclesial, justamente porque siendo la obra que actúa en un contexto eclesial y siendo quienes están en comunidades parroquiales, es importante que tengan una formación de tipo eclesial, es decir respecto al pensamiento de la iglesia, la práctica de la iglesia, los documentos de la iglesia, en línea también con la pastoral que esa comunidad parroquial o diócesis ofrece a todos.
Un pensamiento bastante frecuente que hemos percibido es, yo voy a limpiar la iglesia, entonces soy movimiento parroquial. No, no es esto lo que identifica al movimiento parroquial, después puede ser, puede haber personas del movimiento parroquial que van a limpiar la iglesia y esto está muy bien, poniéndonos al servicio, poniéndonos al servicio de la persona, es un servicio a la comunidad parroquial también.
¿Cómo nace el Movimiento Parroquial en una parroquia?
Como primera cosa es presentarse como Movimiento de los Focolares al sacerdote, si es un sacerdote focolarino seguramente nos estimará y podrá realizarse, pero si no nos conoce seguramente se interesará. Se necesitan dos o más que se ponen juntos, que forman este cuerpo y que en modo consciente están allí como cuerpo de la obra de María y que con esta característica que se decía antes, viven para llevar la comunión allí.
Entonces, un punto de inicio puede ser, por ejemplo, el grupo de la Palabra de Vida. Dar vida a un grupo puede ser también un primer paso, pero es un primer paso, no se tiene que detener todo allí. La Palabra de Vida puede ser la puerta que abre los horizontes, sobre todo la obra de María y sobre todo en la iglesia local. Después conforme el tiempo van naciendo las vocaciones uno querrá ser comprometido, otro gen, otro voluntario. Otro aspecto es tener encuentros semanales porque es importante hacer un camino y un camino no se puede hacer cada tanto o uno al mes, es importante dar esa continuidad.
¿Por quiénes está conformada la secretaría del Movimiento Parroquial aquí en Latinoamérica?
Por Padre Víctor, que está en Perú, por Rogelio y su esposa, que están en Panamá, y por Milagros y su esposo, que están en Puerto Rico. Y después, al menos hay un joven que es de la parroquia de Padre Víctor, en Perú, Harley, se llama. Por lo tanto, ustedes pueden ponerse en contacto con ellos, que les dan también indicaciones bien precisas, porque una condición del movimiento parroquial es justamente vivir la comunión y ponerse en vinculación con la secretaría, estar vinculados a la secretaría, todo lo del centro pasa a través de la secretaría.
Padre Nazareno y Marta cerraron el encuentro enunciando una cita que Chiara expresó en 1977 en un encuentro de animadores del Movimiento Parroquial:
“Siempre soñé de poder ver realizado mi ideal en una parroquia. Me gustaría estar en una parroquia también para hacer nacer el movimiento parroquial y ver cómo crece esta viña de Jesús abandonado, cómo se desarrolla, porque sería una forma para radicarse sobre la tierra”.
Y después dijo, a los animadores del movimiento parroquial: “estamos en el mismo contexto, quisiera ser una de ustedes para dar tiempo y fuerzas, pero sobre todo amor y dolor al servicio de aquella espléndida célula de la iglesia que es la parroquia. Pero están ustedes que se llenan del espíritu de la unidad para llevarlo cada uno en su comunidad” Besos.
Por la redacción
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