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Por Efigenia Yanguez- Guatemala
La comunidad del Movimiento de los Focolares presente en Patzún, (Guatemala), realizó una jornada en noviembre del año pasado, en la que participaron aproximadamente 150 miembros de las comunidades de Chimaltenango, Comalapa, San Martín, Sololá y de la ciudad de Guatemala.
Patzún es un municipio de Chimaltenango que cuenta con una población de 71.790, en su mayoría indígena. Está ubicada a 84.6 km de la ciudad de Guatemala. Desde hace más de treinta años el Ideal de la unidad llegó a esta región, desde entonces, en diferentes años, se han realizado varias actividades: Jornadas, Mariápolis, hombre mundo centroamericano, entre otras. Así nació una pequeña comunidad del Movimiento de los Focolares con voluntarias y voluntarios, algunas familias, personas solteras y viudas, un grupo de niños.
Debido a la difícil situación que vive el país y que repercute de manera particular en los pueblos indígenas, este año estas comunidades no pudieron participar en la Mariápolis que se hizo en la ciudad, por tal razón, realizamos un día de actividades que promueven el diálogo, la fraternidad, la paz, la cual le denominamos: Jornada.
Particularidades de estas comunidades
Forma parte de la cultura de los pueblos indígenas no cobrar a los invitados a una actividad social y religiosa. El principio comunitario- solidario, es la base de la organización. Este fue el gran desafío porque la comunidad es pequeña y ninguno de los miembros tiene una entrada económica fija, la mayoría de las familias viven de su trabajo en el campo. Se propusieron ofrecer el almuerzo, y la merienda a todos los invitados, además de asumir los gastos varios que genera la actividad.
Otro principio de estos pueblos es ofrecer lo mejor a sus invitados, así que hicieron la comida típica de las bodas. Se organizaron y cada familia puso en común la porción necesaria para completar el todo. Esto generó una comunión de bienes también entre los miembros de la comunidad de Guatemala, lo que contribuyó a sufragar todos los gastos para la jornada.
El programa de la jornada y la decoración de la sala fue el resultado de la comunión de talentos y experiencias de los mismos miembros de la comunidad de Patzún. El tema central fue, la oración presentada por una familia y además traducido simultáneamente al kaqchikel, lengua maya hablada en este departamento, ya que muchas personas mayores no comprenden bien el español.
La adoración al Santísimo Sacramento es fundamental en la práctica de la fe de los patzuneros, momento que fue vivido con solemnidad, al igual que la Eucaristía.
También propusieron un espacio lúdico para interactuar con todos, niños y adultos: todos como una única familia. Ha sido satisfactorio para la comunidad de Patzún, corroborar que tienen todo para donar el Ideal de la Unidad.
Toda la jornada tuvo el sello de la alegría, de sentirse en familia, de agradecimiento a Dios y a Chiara por hacernos parte de este único pueblo que nace del Evangelio. ¡Gracias!
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