Centros Mariápolis: espacios para vivir y aprender la Unidad
Con esta nota abrimos un espacio para contar pequeñas historias y anécdotas de nuestros centros de formación en la zona interamericana: la Ciudadela El Diamante (México), Centro Mariápolis Santa María de los focolarinos (Guatemala), y el Centro Mariápolis Alegría (Colombia).
En 1990 Chiara Lubich nombró la experiencia que se gestaba en el municipio de Acatzingo, cercano a Puebla (México), como El Diamante, recordando que es la presencia espiritual de Jesús en medio de la comunidad. (Mt 18,20), el que debe siempre brillar.
Siete años después (1997), Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, visitó México y orientó con firmeza a la ciudadela hacia la inculturación, como un reflejo de “La Morenita” o la Virgen de Guadalupe, y la acogida de la cultura del otro, y con la presencia de Don Foresi (cofundador del Movimiento) y ayudó a definir el uso de algunos espacios de las 13 hectáreas que conforman la hacienda original.
Luego, un par de focolarinos, Juan Badía y Sergio Pandolfi, prepararon el terreno para abrir el focolar masculino,que se constituyó con la llegada de 3 focolarinos: Santos de Lima, Soltan Bohan y Francisco Huberlon Chaves.
En el 2012, P. Giancarlo Falleti, el entonces copresidente del movimiento, consagró la capilla a Chiara Lucce Badano, reafirmando su vocación de acogida a los jóvenes del país y de la región.
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