Celebración con 1400 niños en Ecuador

Celebración con 1400 niños en Ecuador

#Experiencia #Comunidad #Ecuador

Por Jorge Iturralde – Ecuador

En marzo del 2023, un deslave azotó a la población de Alausí en el centro del Ecuador, dejando muchos muertos y centenares de damnificados. La empresa ENVATUB S.A organizó un agasajo navideño para esta población. Un amigo médico que trabaja en esa empresa nos invitó a colaborar en esta actividad y algunos de nosotros nos anotamos para hacerlo. 

Fuimos unas 80 personas en dos buses y llevamos dos camiones de productos para distribuir. Cuando los niños llegaban, enseguida se les pintaba sus rostros para estar listos para el día de fiesta por el cumpleaños de Jesús.

El coliseo se empezó a llenar con los 1400 niños invitados y sus padres, alguno vino disfrazado para la ocasión. Muchos de los trabajadores de la empresa estaban disfrazados para motivar a los niños a jugar y pasar un día especial. Incluso el dueño de la empresa y gerente general animaba los juegos. Para terminar, la repartición de caramelos. 

Después del programa para los niños, nos encontramos con los adultos mayores damnificados durante el deslave. La empresa preparó también regalos para ellos, personas que este año han sufrido mucho, que han perdido familiares y bienes materiales, el recibir este agasajo, aparte de los regalitos les trajo un poco de alegría el ver que hay gente que se interesa por ellos. 

¡Misión Cumplida!, con mucho cansancio en el cuerpo y una gran alegría en el corazón, ¡aunque con sufrimiento al ver todos los dolores de estas personas!

Hace varias semanas recibí una invitación justo para el día de la actividad, se trataba de la boda del hijo de un muy buen amigo de toda la vida, con su hijo pasamos momentos importantes en Filipinas. Estaba emocionado de asistir a esa boda. También recibí la invitación para el mismo día al cumpleaños de otro amigo-hermano. 

Por otro lado, me parecía importante asistir con nuestra gente al evento que esta empresa nos invitaba en Alausí. Todo me parecía importante, pero tenía que decidir cuál era la Voluntad de Dios. Sentí fuertemente que Dios quería que fuera con ese grupo, aunque no puedo negar que me costó mucho dejar los dos compromisos. Le explique a mi amigo y a su hijo la situación y les invite para una cena en enero, a lo que aceptaron con agrado. Mi otro amigo entendió que no podía estar en el almuerzo de su cumpleaños. 

Como siempre que comparto en estas actividades, no me arrepentí. Trate de amar en las pequeñas cosas, desde ayudar a distribuir el desayuno a los 80 que fuimos, pasar las cajas con el intervalo y regalos, ayudar a hacer circular la gente que recibía los caramelos bajo una llovizna, recoger los papeles del coliseo después del evento, entre múltiples actividades.

Escuchar a la gente del lugar que me contaba lo que sucedió y sus sentimientos me dio tristeza, me gustaría hacer algo más por ellos. Pongo todo en manos de Dios, el sabrá qué es lo mejor. 

Personalmente siento que valió la pena, veo que para cambiar el mundo es necesario hacer pequeños y grandes esfuerzos.

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