Carta para una niña recién nacida

Carta para una niña recién nacida

En un texto conmovedor, la traductora y escritora austríaca Susanne Schaup le cuenta a la pequeña hija de una integrante de Sophia por qué vale la pena celebrar la vida y honrar el amor por sobre todas las cosas.

Tu mamá eligió la música que le parecía más agradable y relajante para que escucharas, como algunas piezas de música clásica. También, mientras estuvo de licencia por maternidad, se dedicó a todas las actividades que ama: puso las manos en la tierra para hacer jardinería, tejió algunas vestimentas para ti, cocinó, paseó a su tan querida perra (a quien pronto conocerías) y visitó a familiares y amigos.

Y un buen día llegaste. Una estrella fugaz debe haber cruzado el cielo, porque, como dice el dicho, este tipo de eventos celestiales ocurre cuando nace una nueva vida. Tu mamá dio a luz a una niña saludable. Quiero que sepas que tu papá estuvo a su lado durante tu nacimiento, compartiendo la agonía y la felicidad del parto con ella. Recuerda que no todos los padres están dispuestos a acompañar, o no tienen la capacidad para hacerlo. Cuando ocurre, como en tu caso, se genera un vínculo entre los tres como ningún otro en el mundo. Damos por sentado el lazo íntimo entre una madre y su hijo o hija, pero existen también otros, como entre el marido y su mujer o entre el padre y quien nace. Realmente podemos decir que ambos, tu mamá y tu papá te trajeron al mundo.

En el precioso cuento de hadas “La bella durmiente”, cuando nace la princesa, doce hadas madrinas se presentan con regalos como “belleza”, “virtud” y “riquezas”. También hay un hada malvada, pero su hechizo es neutralizado y el final del cuento es un final feliz.

Yo no soy un hada, y tampoco sé si soy una mujer sabia, pero no estoy pensando ni en belleza, ni en virtud, ni en riquezas como los regalos que te otorgaría si tuviera el poder de hacerlo. Más bien, te deseo que el hogar estable y amoroso en el cual has nacido sea tuyo por cuanto tiempo lo necesites. Te deseo el tipo de amor paternal y maternal que te brindará un sentido de seguridad, estabilidad interna que ninguna eventualidad pueda romper o resquebrajar. Este amor es incondicional y no es posesivo, puedes contar siempre con él ya que siempre te va a apoyar, incluso cuando papá y mamá ya no estén. Es un amor que no te limita. Por el contrario, te permite ser libre, para que vayas a donde quieras ir. Te da la libertad de aprender de tus propios errores, la mejor —sino la única—, manera de incorporar las lecciones de la vida. Como señaló Carl G. Jung, el error y el desvío son el camino más corto hacia el Sí mismo.

Espero que tengas un propósito, más allá de tan solo avanzar por la vida en la lucha por llegar a fin de mes, lo cual de por sí es muy difícil para tanta gente. Deseo que puedas encontrar un camino con corazón, que es mucho más que simplemente buscar abrirte paso con un trabajo rutinario, placeres y pasatiempos. No vivas una vida gris y convencional solo porque parezca lo más fácil. No tienes que trepar la escalera del éxito y la ostentación. No tienes que ser una “súper mujer” en la cima de su carrera, ni una mamá y ama de casa mega eficiente. Puedes convertirte en todo eso, pero quizás no sea la ruta directa hacia la felicidad, aquella que te de satisfacción real y crédito, tanto a ti misma como a tus padres. Espero, desde el fondo de mi corazón, que puedas elegir la vida que quieras realizar.

Seamos honestos: estás llegando a un mundo arduo. Hay problemas que tú no creaste y con los cuales vas a tener que lidiar. Existe un legado pesado que va a demandar de todo tu ingenio y fortaleza para ayudar a encontrar soluciones a la crisis global. Nuestro mundo es un mundo inestable. No hay seguridades ni garantías. Vas a tener que definir por ti misma tus propios estándares, tu propia ética y el tipo de amistades que quieras cultivar y las relaciones que quieras forjar.

Ya nada está dado como en generaciones previas, cuando un determinado estilo de vida era aceptado y común a toda la comunidad, la clase o la nación. Eso se terminó. Cuentas con toda la libertad de poder elegir tu forma de vida. Esto asusta, en especial para una mujer. No hace tanto, a las mujeres no les era permitido estudiar en la Universidad junto a los hombres, y muchas de las profesiones y los trabajos calificados no estaban abiertos a las mujeres. El único camino posible era casarse con alguien respetable, a menudo elegido por los padres, lo cual en algunas partes del mundo todavía se mantiene vigente.

Será distinto para ti. Tu propia fortaleza, alimentada por el amor que nutrirá tu infancia, es la única seguridad que tendrás. Es tu fuente de empoderamiento, tu faro en la oscuridad. El amor que recibas y la capacidad que engendra en ti, es la mejor guía que puedes tener en la vida.

Confía en ese amor, es un aliado muy poderoso, una energía vital. Yo lo llamo “invencible”, no porque así lo dice la Biblia, sino porque la experiencia me lo ha enseñado, y sé lo que ocurre cuando el amor es deficiente. Como seres humanos, todos somos responsables de esto.

Toda vida nueva es un nuevo comienzo. Confío en ti, la hija de mi amiga. Sabes… tu mamá y yo nunca nos conocimos en persona. Ella vive de un lado del océano y yo del otro. De todas formas, nuestra amistad se sostiene desde hace años. Ambas hemos compartido algunos de nuestros pensamientos más íntimos y preocupaciones más cercanas a nuestros corazones. Esto no se hace salvo que haya amor, y por eso yo la considero mi querida amiga. Espero que tú, también, tengas amor para dar como tu mamá. Espero que tú, también, tengas grandes amistades. Espero que tú, también, descubras que el amor que das te vuelve multiplicado.

No hay nada mejor que pueda desearte. Que Dios te bendiga.

Por Susanne Schaup

Fuente https://www.sophiaonline.com.

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