¿Y Ahora qué sigue? 

¿Y Ahora qué sigue? 
Reportamos esta nota realizada por la directora ejecutiva de la fundación Panamá Sostenible.

Panamá se vio abocada en los meses de octubre y noviembre de 2023, a una de las mayores expresiones de participación ciudadana en las calles, cuyo principal motor fue el amplio y sentido rechazo a la actividad minera metálica a cielo abierto y en particular, contra el lesivo contrato con la empresa canadiense First Quantum y su filial Cobre Panamá.

Dicha expresión profundamente popular desde todos los puntos del país logró acelerar -lo que antes había demorado 18 años- un nuevo fallo de la Corte Suprema de Justicia que señala, no solamente que el Contrato en efecto es inconstitucional, sino que lesiona la Constitución en 25 de sus artículos. 

Para la población este pronunciamiento oportuno y en tiempo récord de la CSJ, fue una expresión de consolidación de nuestra democracia institucional, donde ya previamente habían fallado dos órganos del Estado: el Ejecutivo y el Legislativo, pero el Judicial, logró restablecer el orden constitucional. ¿Y ahora qué? Muchos se preguntan: ¿Qué sigue; ya con eso es suficiente y cierra la mina? Pues no, el camino es arduo y cuesta arriba. La constante presión de la empresa minera, ya no solo del actual gobierno si no, en medio de la existente campaña política electoral, a los candidatos presidenciales, para que, de llegar a la Presidencia, puedan “re-negociar” el contrato. 

Mediáticamente, mientras atacan la credibilidad de los abogados y activistas que nos opusimos al contrato minero, siguen amenazando con que seremos un país en quiebra, que perderemos el grado de inversión, que Panamá no se recuperará económicamente sin minería. Eso no es cierto, porque ya hemos sido un pequeño país, con una gran dignidad, que recuperó su canal y soberanía en manos de la potencia más grande del mundo. Y que luego de una dictadura de 21 años y una avasalladora invasión norteamericana, volvimos a brillar y a ser una de las economías más pujantes del continente, claro que podemos repuntar y ser el Panamá que los y las panameñas quieren para éstas y las futuras generaciones.

Toca consolidar esa unidad expresada en las calles, ahora en el trabajo por la casa común. Mantener e incrementar la veeduría ciudadana para que ocurra verdaderamente un plan de cierre y consecuente transformación de la actividad extractivista, a actividades de restauración y reparación para la producción sostenible en diversos campos del quehacer y que éstas incluyan y prioricen el bienestar de las comunidades y su relación con su entorno sano.

La tarea es gigantesca, pero en unidad sabremos y podremos afrontarla. La población panameña ha madurado, sobre todo nuestra juventud valiente y que entiende que debe enfrentar el problema de la sostenibilidad. Ahora nos toca avanzar hacia un Panamá Sostenible 

Por Raisa Banfield – Panamá

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