Reunión ecuménica mensual en Bolivia

Reunión ecuménica mensual en Bolivia
Se reúnen varios representantes de la iglesia para compartir “Experiencias ecuménicas en el Sínodo de la Sinodalidad.

La Iglesia católica está viviendo un tiempo especial, el Sínodo de la Sinodalidad. El sínodo es una reunión de Obispos que, convocados por el Papa, examinan asuntos que afectan a toda la Iglesia. La sinodalidad se entiende como un estilo de ser Iglesia, el Pueblo de Dios en que todos sus miembros caminan juntos, se reúnen en asamblea y participan activamente en su misión evangelizadora.

El Sínodo de la Sinodalidad inició el año 2021 con el tema “Por una Iglesia Sinodal: comunión, participación y misión”, y ha seguido varias fases: la diocesana de escucha y discernimiento, la de las conferencias episcopales, la continental y la universal. La primera parte de la fase universal se desarrolló en octubre de 2023.

La Asamblea del Sínodo de la Sinodalidad reunió a 363 miembros, entre ellos 53 mujeres con derecho a voz y voto. Por primera vez participan laicos como miembros de pleno derecho. Los miembros de la Asamblea son designados por su función, como los jefes de los Dicasterios y los Patriarcas, ser elegidos de las conferencias episcopales y los nombrados directamente por el Papa.

de la Asamblea son designados por su función, como los jefes de los Dicasterios y los Patriarcas, ser elegidos de las conferencias episcopales y los nombrados directamente por el Papa.

El texto recoge las convergencias, las cuestiones que afrontar y las propuestas surgidas del diálogo. Las convergencias identifican los puntos firmes a los que puede mirar la reflexión, las cuestiones que afrontar recogen los puntos sobre los que se ha reconocido la necesidad de continuar su profundización teológica, pastoral y canónica; y las propuestas indican, en cambio, posibles pistas: algunas son sugeridas, otras recomendadas, otras, sin embargo, requeridas con mayor fuerza y determinación. 

Compartimos el texto como preparación a la Reunión Ecuménica Mensual del 28 de febrero, que tiene como tema “Experiencias ecuménicas en el Sínodo de Sinodalidad” y que contará con la participación de Erika Aldunate, miembro de pleno derecho en el Sínodo, nombrada directamente por el Papa Francisco.

El camino hacia la unidad de los cristianos 

Convergencias 

a) Esta sesión de la Asamblea sinodal se abrió bajo la señal del ecumenismo. La vigilia de oración “Together” contó con la presencia, en torno al Papa, de otros numerosos jefes y representantes de diversas Comuniones cristianas: un signo claro y creíble de la voluntad de caminar juntos en el espíritu de la unidad y de la fe y del intercambio de dones. Este acontecimiento, altamente significativo, nos ha permitido también reconocer que nos encontramos en un kairos ecuménico y de reafirmar que lo que nos une es más grande que lo que nos divide. De hecho, tenemos en común “un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un Dios único y Padre de todos, que está sobre todos, entre todos y en todos” (Ef. 4,5.6).

b) Precisamente el bautismo, que es el principio de la sinodalidad, constituye también el fundamento del ecumenismo. A través de él, todos los cristianos participan del sensus fidei y por ello han de ser escuchados con atención, independientemente de su tradición, como ha hecho la Asamblea sinodal en el período de discernimiento. No puede haber sinodalidad sin la dimensión ecuménica.

c) El ecumenismo es, ante todo, una cuestión de renovación espiritual y exige también procesos de arrepentimiento y de sanación de la memoria. En la Asamblea han resonado testimonios iluminadores de cristianos de diversas tradiciones eclesiales que comparten la amistad, la oración y, sobre todo, el compromiso en el servicio a los pobres. La dedicación a los últimos cimienta los lazos y ayuda a concentrarse sobre lo que ya une a todos los creyentes en Cristo. Es importante por ello que el ecumenismo se desarrolle ante todo en la vida cotidiana. En el diálogo teológico e institucional prosigue la paciente tesitura de la comprensión recíproca en un clima de creciente confianza y apertura.

d) En no pocas regiones del mundo, existe, sobre todo, el ecumenismo de la sangre: cristianos de confesiones diversas que, juntos, dan la vida por la fe en Jesucristo. El testimonio de su martirio es más elocuente que cualquier palabra: la unidad llega de la cruz del Señor.

e) La colaboración entre todos los cristianos constituye también un elemento fundamental para afrontar los desafíos pastorales de nuestro tiempo: en las sociedades secularizadas, permite dar más fuerza a la voz del Evangelio, en contextos de pobreza hace unir las fuerzas para el servicio de la justicia, de la paz y de la dignidad de los últimos. Siempre y en todo lugar es un recurso fundamental para sanar la cultura del odio, de la división y de la guerra que contrapone a grupos, pueblos y naciones.

f) Los matrimonios entre cristianos que pertenecen a diferentes comunidades eclesiales (matrimonios mixtos) constituyen realidades en las que puede madurar la sabiduría de la comunicación y se puede evangelizar mutuamente.

Continúa leyendo las cuestiones que afrontar, en el siguiente enlace Fuente.https://www.synod.va/content/dam/synod/assembly/synthesis/spanish/2023.10.28-ESP-Synthesis-Report_IM 

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