Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber

#Ecuador #Experiencia #Comunidades

Cierto día subía las escaleras de la Catedral Dulce nombre de Jesús en Caguas y observé a la izquierda del atrio a una persona que dormía bajo unos cartones. En mi corazón sentí acercarme, ofrecerle un café y pan que llevaba en mi bolso. Lo desperté y compartimos los alimentos, cuando terminó me dijo: “fíjese hermana, hoy pensaba suicidarme” Le dije que no pensara en eso, que era una persona muy amada por Dios, que le diera espacio en su corazón y las cosas pasarían. 

Por Virginia Rojas – Puerto Rico

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