Una opción intercultural en América Latina: Rimarishum = Dialoguemos

Ecuador fue la sede del primer encuentro latinoamericano de diálogo con los pueblos originarios con el fin de conocer, compartir y potenciar los saberes ancestrales en busca de fortalecer la unidad.

En América Latina hay 826 pueblos indígenas, con una población de unos 50 millones, el 8% de la población total, y se estima que otros 200 viven en aislamiento voluntario. En este contexto, desde la llegada del Movimiento de los Focolares a estas tierras, se ha dado importancia a la búsqueda del diálogo entre las personas y los grupos pertenecientes a las tres grandes matrices culturales que componen la región: las culturas originarias del continente americano, las culturas español-portuguesa-francesa y las culturas africanas de los pueblos que fueron traídos a las Américas. Prueba de ello son los numerosos miembros del Movimiento que pertenecen a estos grupos étnicos.

Un centenar de personas, en representación de casi todos los países de América Latina y el Caribe, se reunieron en Atuntaqui, en el norte de Ecuador, del 1 al 4 de mayo de 2025, para participar de una experiencia de interculturalidad basada en la fraternidad, a través de un ejercicio de diálogo entre la cosmovisión andina y caribeña de los pueblos originarios y el carisma de la Unidad. Este espacio nació hace unos años en Ecuador y poco a poco se está extendiendo a todos los países de Latinoamérica.

«Somos conscientes del dolor que, a lo largo de la historia, ha marcado nuestras relaciones como latinoamericanos», explican, «debido al racismo y la separación que han dificultado la relación simétrica entre culturas y han llevado a la ruptura de relaciones entre personas de diferentes grupos culturales, dando lugar a relaciones sociales injustas. Por eso, en Ecuador, en 2017, dimos vida a un camino de fraternidad, que en lengua quichwa llamamos «Rimarishun» (Dialogamos), haciendo de la interculturalidad una opción de vida y utilizando el diálogo fraterno como método».

El Congreso, concebido como un viaje, una «peregrinación» vital, comenzó con el traslado de los participantes a la comunidad quichua de Gualapuro. Enseguida quedó claro que el objetivo era crear espacios interculturales que construyan puentes entre grupos de diferentes pueblos, nacionalidades o culturas, donde es fundamental el encuentro, la acogida y el cuidado mutuo como hermanos y hermanas.

Manuel Lema, de la comunidad quichua, dio la bienvenida a los participantes bajo una gran carpa montada para la ocasión: «Podemos generar una forma diferente de pensar, de ver el mundo de diferentes maneras, pero, al mismo tiempo, ser uno».

Y Jesús Morán, Copresidente de los Focolares, que viajó de Italia para participar en el Congreso con un pequeño grupo del Consejo General de los Focolares, llevando a todos el saludo de la Presidenta Margaret Karram, afladió: *Estamos construyendo algo nuevo. Frente a una sociedad sobre desarrollada, descubrimos aquí que hay una sabiduría más profunda que proviene de los pueblos originarios». Así que todos subieron al cerro para participar en el «Guatchacaram», el rito de acción de gracias a la Madre Tierra.

Más tarde, después de compartir el almuerzo, todo se convirtió en celebración que expresaba fraternidad: música, bailes, bailes. Al final de la jornada, se plantaron algunos árboles en memoria de quienes impulsaron este diálogo y que ya no están con nosotros, entre ellos uno dedicado al Papa Francisco.

Otra etapa de este viaje fue la visita a la casa del obispo Leonidas Proaño (1910-1988), «el apóstol de los indios». Su dedicación a los pueblos indígenas más pobres y explotados es un claro ejemplo de interculturalidad. En este ambiente, comenzaron a desarrollarse las «mingas», grupos para sentir y pensar juntos, entendiendo la reciprocidad como el principio central de la relación, sobre diversos temas: economía, ecología, educación, espiritualidad, cultura, racismo.

Los ritos de los afrodescendientes del Caribe y Centroamérica y el rito maya, que están ligados al profundo respeto por la naturaleza, la «Madre Tierra» y lo trascen-dente, fueron compartidos con mucho respeto, teniendo en cuenta la diversidad.

Y en este contexto, el intercambio de testimonios como el de los focolares en los territorios de los pueblos indígenas, el de las escuelas para la recuperación de los conocimientos y la cultura ancestral, o el del sistema matemático amerindio, permitieron el enriquecimiento mutuo.

La «peregrinación» continuó en la Universidad Católica del Ecuador, en Ibarra, en un momento abierto a la comunidad académica y al público. La mesa redonda contó con la participación de Custodio Ferreira (Brasil), licenciado en pedagogía y didáctica, especializado en historia de África, que habla de las heridas de la realidad»: ‘el racismo que existe hoy en toda América Latina y el Caribe es una herida abierta que sangra. Su tratamiento y sanación requieren un diálogo fraterno y, en este sentido, la interculturalidad, tal como la experimenta Rimarishum, es una respuesta concreta para iniciar este proceso de curación»

Osvaldo Barreneche (Argentina), doctor en historia, responsable del Centro de los Focolares para el diálogo con la cultura contemporánea, habló de «fraternidad y cuidado de la tierra a través de algunos escritos del Papa Francisco».

Jesús Morán (España), Copresidente del Movimiento de los Focolares, que vivió 27 años en América Latina, dijo: *Este trabajo de interculturalidad es muy importante y se lleva a cabo con admirable fidelidad en varias partes de América Latina. Para nosotros, que somos cristianos, significa que en las culturas nativas podemos descubrir aspectos de la revelación de Cristo que no han sido suficientemente destacados hasta ahora».

Maydy Estrada Bayona (Cuba), doctora en Ciencias Filosóficas y profesóra de la Universidad de La Habana, encabezó a los presentes en la «Cosmovisión Afrocaribe-ha». Mónica Montes (Colombia), doctora en Filología Hispánica, profesora e investigadora de la Universidad de La Sabana, se refirió a «Fraternidad y cuidado desde el pensamiento latinoamericano». Jery Chávez Hermosa (Bolivia), fundador, en la ciudad de Córdoba, Argentina, de la organización de migrantes andinos de cultura aymara, quechua y guaraní, concluyó con una presentación dinámica que involucró a todos los presentes.

El encuentro finalizó con una Santa Misa inculturada, con bailes, cantos típicos y tambores en una iglesia decorada con flores y pétalos de rosa, celebrada por Mons. Adalberto Jiménez, obispo del Vicariato de Aguarico, quien participó activamente en el encuentro. El Padre Nuestro fue recitado en 12 idiomas sucesivamente, demostrando la interculturalidad vivida en estos días.

En su homilía, Mons. Adalberto, a partir del relato evangélico de la multiplicación de los panes, invita a todos a mirar hacia el futuro: Este Jesús, este Dios que nos une en los diferentes nombres, en los diferentes ritos, es la historia que debemos contar, los ritos de vida, de unidad. Hoy nos vamos con un poco más de luz, que es el fuego, que ilumina. Esto es lo que nos han dejado’ Chiara Lubich y el Papa Francisco, que están presentes y nos llaman a cuidar la interculturalidad. Gracias Rimarishun».

Por Carlos Mana

Fuente https://www.focolare.org

One thought on “Una opción intercultural en América Latina: Rimarishum = Dialoguemos

  1. Agradezco el acceso inmediato a este contenido. La reseña es precisa, respetuosa de las motivaciones y argumentos de los protagonistas. Abrazos de corazón el esfuerzo de comunicar vida inspirada en el carisma de Chiara Lubich.

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