El Padre, cómo apoyar el crecimiento de sus hijos

Muchos estudiosos creen que esta época es huérfana del padre, de su autoridad y sobre todo de su capacidad para vivir en una sociedad compleja. De hecho, hoy más que nunca, es importante que el niño pueda llegar a ser autónomo para afrontar la complejidad de la vida. Para hacer todo esto, es necesario poner en marcha un camino de «separación» educativa de la madre que, cuidándolo desde una edad temprana, corre el riesgo de mantenerlo demasiado aferrado a sí misma. 

Nos centraremos en cuatro grandes operaciones educativas que el padre tendrá que poner en marcha para apoyar el crecimiento de sus hijos. 

1. Fomentar la separación de los niños de sus madres. 

2. Apoyar el cumplimiento de las normas y reglamentos. 

3. El «límite». 

4. Autoridad y educación para el bien.

1) La separación de los niños de sus madres 

Si la madre representa para cada hijo la seguridad, la tranquilidad, tal vez el bien primario, hay que reiterar que es gracias al padre que el niño podrá, una vez separado de la madre y tranquilizado por la interiorización de la figura femenina, ser «desgarrado» para ser conducido a la socie dad y a la realidad.

A) Separación y distanciamiento violento y negativo 

Ocurre cuando el padre denigra a la madre a los ojos del niño y la subestima porque ella se considera superior. De esta manera, el niño intentará manipular a la madre y se sentirá omnipotente e intentará intimidar a los demás. De hecho, una madre denigrada no es tolerada inconscientemente y el niño reaccionará volviéndose acosador y agresivo. Si se trata de una niña, la dinámica es diferente y dependerá de los modelos educativos femeninos que la pequeña se vaya encontrando en su camino evolutivo. De hecho, mientras que para el niño los modelos masculinos son muy raros y está rodeado principalmente de educadores, con la consecuencia de que el padre es el único modelo masculino con el que se identificará, para la niña la dinámica es diferente. A menudo, la niña encontrará modelos positivos para las mujeres, y si el padre no respeta a su madre, aún tendrá la oportunidad de reaccionar con expresiones de solidaridad con su madre.

Sólo un padre que «separa» al niño de la madre podrá ayudarle a ser autónomo y a «tomarse las riendas» para afrontar la realidad exterior, con sus propias dificultades y frustraciones, junto con alegrías y oportunidades. En este sentido, es oportuno analizar cómo separar al niño de la madre, cómo «no decírselo a la madre» puede ser positivo y protector del niño y de la propia madre. Básicamente, hay tres formas de separación:

 B) Separación y distancia neutra o extenuante 

Es la más común, donde algunas cosas se dejan a la educación de la madre (demasiadas), mientras que otras son responsabilidad del padre (pocas). Por lo general, el aspecto lúdico está reservado para el padre, mientras que todo lo demás está reservado para la madre. Sucede que en lo que respecta a la responsabilidad y la motivación, al niño le cuesta expresarlas, porque todavía depende demasiado de la figura femenina. Por supuesto, para la niña, la dinámica es más serena y menos cargada de ansiedad.

 C) Separación positiva y distancia 

Sucede cuando se respeta a la madre, cuando el padre, a pesar de tener momentos en los que se involucra con los hijos (niños o niñas) lleva a su esposa dentro de sí y estructura una relación exclusiva con los hijos. Estos «secretos» son en realidad experiencias donde el niño y la niña aprenden a descubrir la gran riqueza presente en ellos.

Este dejar ir sin intervenir, este apoyar sin decir, esta libertad controlada es una gran oportunidad para los niños que, de este modo, aprenderán a valerse por sí mismos, a afrontar la vida aprovechando la gran riqueza presente en su interioridad.

2) Apoyo al cumplimiento 

Sin el respeto a las normas y reglas sociales, la convivencia es imposible. El egocentrismo del niño y la sociedad llena de deseos desenfrenados representan un muro contra el que los padres tienen que contar; sin embargo, para ayudar a los niños a respetar las reglas, son necesarias algunas actitudes importantes, como: 

• Enseñar las reglas a los niños, recordando, cada vez que no las respeten, las consecuencias en cuanto a lastimar a los demás y a sí mismos. 

• Predica con el ejemplo, viviéndolas y pidiendo perdón o reparándolas cuando no se implementen. 

• Ayude al niño a comprender cómo la capacidad de vivir las reglas, a lo largo del tiempo, representa la seguridad de la vida y la protección de los más débiles.

 3) El límite 

Muchas veces la falta de respeto, especialmente hacia la madre, por parte de los hijos, representa el espejo de una fuerte falta de intervenciones educativas por parte del padre. De hecho, la agresividad presente en los niños debe ser controlada, de lo contrario la violencia con demasiada frecuencia crea daños y situaciones de enorme sufrimiento. El padre representa el límite, la autoridad, el muro contra el que el niño choca y no puede superar.

 El padre debe, con toda autoridad, intervenir de manera clara y decidida, siempre que los hijos denigren a la madre o a otras personas, exigiendo no solo reparación pidiendo disculpas, sino también el compromiso de no repetir nunca más esas acciones negativas. El padre asume entonces un papel preponderante para el niño. El padre es entonces la realidad, el esfuerzo, la autonomía, en definitiva, la capacidad de aprender a valerse por sí mismo.

 4) Autoridad y educación para el bien

Además, es necesario que el padre se ocupe lentamente de la escuela de su hijo, que vaya a hablar con los maestros, tal vez llevándose al niño con él. Es importante que contrate todo lo que el niño tiene que hacer, a través de una acción pedagógica en la que el niño vaya asumiendo poco a poco sus responsabilidades. Todo esto no se debe tanto a que el niño tenga que hacer cosas, sino a una realidad mayor: la belleza de descubrir que sacrificarse por un bien mayor es la verdadera esencia de la vida. 

El sacrificio de sí mismo por un bien mayor es la línea de educación inscrita en todo ser humano, y el padre, después de que el hijo ha obtenido seguridad de la madre, puede ayudarlo en esta empresa extraordinaria.

 El padre también debe comprometerse con el hijo en una coherencia de vida que tienda a valorar a la madre por todo lo que hace, pero también a no ir cada vez a pedir soluciones, porque la mayoría de las soluciones están en nosotros, en la capacidad de aprovechar la enorme riqueza presente en lo más profundo de cada uno. 

El padre debe acompañar también a su hijo en el descubrimiento del mundo y de las cosas, a través de la educación en la fraternidad, la legalidad y la solidaridad. Y, sobre todo ayudar a los niños a entender que hay un ‘Otro’ que va más allá de nosotros y que siempre nos apoya. Él es «el Padre del cielo», que es también de toda la tierra ¡Es Dios quien guía al padre para que sea un verdadero testigo de amor!

 Por Ezio Aceti

2 thoughts on “El Padre, cómo apoyar el crecimiento de sus hijos

  1. ¡Wow! Justo estaba buscando algo así. Este artículo sobre el papel del padre en el crecimiento de los hijos me ha hecho pensar un montón. Y mira que es difícil que algo me sorprenda ya, ¿eh? Me ha parecido interesante, sí, pero también me ha dejado con algunas dudas. ¿Y qué pasa con las madres? ¿Solo los padres tienen este rol? No sé, me ha parecido un poco sesgado, para qué mentir.

    Pero bueno, que no todo va a ser crítica. Hay puntos muy buenos, sobre todo en lo que se refiere a la comunicación y a estar presente. Eso sí que es importante, ¡y no solo para los padres! Deberíamos aplicarlo todos.

    Y hablando de aplicar cosas… justo ayer me encontré con esta guía que me pareció súper útil, ¡la Guía Definitiva para Padres Apoyar a tus Hijos ! La verdad es que complementa muy bien este artículo, porque es mucho más práctica y te da ideas concretas. Si os ha gustado este artículo, echadle un ojo a esa guía, os aseguro que merece la pena. La encontré en https://blondguerra.com/guia-definitiva-para-padres-%f0%9f%92%af-apoyar-a-tus-hijos-%f0%9a%9a%80/ y me pareció un descubrimiento.

    En fin, que me enrollo. Un artículo interesante, con sus pros y sus contras, y una guía que lo complementa a la perfección. ¡Ahí lo dejo!

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