Ya somos 81 los que estamos en el chat de «Dar de comer al pobre», (no todos somos católicos). En diciembre son 3 años desde que empezamos a cocinar aproximadamente 100 platos de comida y a dar un plato de arroz relleno a las personas que viven en las calles del centro de Quito.
Los que empezamos fuimos unos 10, pero el grupo va creciendo, lo que demuestra que la gente verdaderamente quiere hacer lo que pide la Palabra de vida del mes: pongan por obra la Palabra y no se contenten solo con oírla.
Es muy lindo ver cada 15 días que de la nada empiezan a aparecer todos los ingredientes que se necesitan para la preparación, desde la sal hasta los helados, desde el pollo hasta el pan. Y esto viene de los mismos 81 miembros del chat.
La providencia de Dios no se deja vencer en generosidad.
Pero alguien tiene que cocinar y alguien tiene que distribuir, siempre se llenan los turnos para las dos cosas, es hermoso ver cómo la gente quiere colaborar concretamente para poder amar a quien no tiene.
Siempre nos decimos, recibimos mucho más nosotros que quienes reciben la comida, pues no tiene precio la sonrisa del niño con el helado, el agradecimiento de la mamá que puede dar de comer a los hijos, el vagabundo que no ha comido en días y muestra esos ojos de dicha. Vale la pena hacer estos pequeños esfuerzos, por esa recompensa tan grande.
Por Jorge Iturralde – Ecuador
Que hermosa acción . Sigan adelante y disfrutando del Hermoso trabajo solidario que hacen. Un gran abrazo desde Mendoza/Argentina