Economía de Francisco y su concreción en Brasil

Del Encuentro de la Economía de Francisco en Asís, Italia, a la Economía de Francisco y Clara en Brasil. La iniciativa del Papa Francisco “por un nuevo tipo de economía” se extiende a 23 países y 13 ciudades brasileñas. Las acciones incluyen investigación académica. 

En 2022  tuvo lugar el primer encuentro presencial de la Economía de Francisco, con participantes de 100 países. Para todos quedó claro que la propuesta era pensar en alternativas al modelo económico actual. 

Las Casas de Francisco y Clara en Brasil

Los proyectos internacionales se dividen en ejes como negocios y paz, agricultura y justicia, finanzas y humanidad, trabajo y cuidados, y energía y pobreza. 

En Brasil, la elección de la Articulación Brasileña para la Economía de Francisco y Clara (ABEFC) fue rescatar el concepto de “Casa Común”, término usado por el Papa Francisco para referirse al planeta Tierra en su encíclica Laudato Sí, y transformarlo, cuando fue posible, en un hogar físico. 

Casi seis años después, las llamadas Casas de Francisco y Clara se han arraigado orgánicamente en al menos 13 municipios y comunidades periféricas, cuyos desafíos de informalidad habitacional se suman a la dificultad de los residentes para acceder a equipamientos y servicios públicos. 

“La atención se centra en las actividades territoriales con el pueblo favorito de Francisco: empobrecidos, marginados”. 

En estos ambientes se desarrollan paneles solares, en Paraíba; para la instalación de huertos agroecológicos, en Manos. También hay discusiones sobre economía popular, presupuesto participativo e incidencia con las autoridades públicas en lugares como Minas Gerais, Curitiba y Florianópolis. 

En Campinas, por ejemplo, la cooperativa de crédito de la Unión Química Unificada despegó en asociación con Cresol. Al final de 2023, dos sucursales abiertas en la región lograron ahorrar a los socios y productores rurales más de R$ 800 mil en intereses y cuotas no cobradas, sobras e intereses devueltos. 

La cooperativa se sumó a una serie de proyectos que se desarrollaron por separado y que poco a poco fueron ganando el rostro de la Economía de Francisco y Clara, dice la coordinadora local de la articulación, Marcia Molina. 

Además del apoyo financiero, también hay un curso de multiplicadores en ecología integral; una cocina solidaria que ofrece 300 comidas al día y huertos agroecológicos instalados en la región, uno de ellos en la cárcel de mujeres de Sáo Bernardo. También se abrirá un curso de extensión sobre soberanía alimentaria en la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp).

En Brasilia, el movimiento se desarrolló en Sol Nascente, la segunda favela más grande de Brasil, donde hay distribución de loncheras y una casa de referencia. El lugar acoge cualquier actividad que promueva una “acción transformadora”, como la organización de un banco comunitario, artesanía local y capacitación. 

Economía vinculada al conocimiento indígena

En Bahía, se formó una Casa de Francisco y Clara en Serra Grande, un barrio del municipio de Urucuca, en el sur del estado, marcado por la gentrificación y la instalación de megaproyectos inmobiliarios. 

Allí, la propuesta del Papa encontró eco en el trabajo del Instituto Etno, fundado por la educadora indígena Tupinambá María Agraciada, quien trabaja desde hace más de dos décadas con comunidades de base y tradicionales. “Cuando abrimos la casa de Francisco y Clara, el propósito principal era tener un lugar donde se practique el buen vivir y la economía afectiva. Practicamos la propuesta de la encíclica del Papa. Es una propuesta concreta”, dice Agraciada. 

La inspiración llevó a la creación, por ejemplo, del modelo de puertas abiertas, en el que un domingo al mes el instituto abre una residencia ubicada en la playa de Sargi y la comunidad puede ofrecer materiales y servicios. “La casa de Serra Grande se está preparando para ser un punto de intercambio de alimentos», dice María. 

En Río Grande so sul, las Casas de Francisco se vieron afectadas por la necesidad de actuar en caso de emergencia durante las inundaciones que azotaron el estado en 2024. En Sao Leopoldo, por ejemplo, la casa se convirtió en un refugio para familias. En Canoas, las acciones se centraron en la entrega de donaciones, labores de limpieza y apoyo a las familias. 

“Ahora en continuidad, estamos realizando reuniones de capacitación, enfocándonos en el tema del proyecto de vida y cómo apoyar a las mujeres y a los jóvenes. El foco es vincular la economía con el tema ambiental, a partir de esta necesidad de pensar en cómo nuestros barrios se ven afectados por las catástrofes de este tiempo”, dice la hermana Fátima Ribas, quien articula el movimiento en el estado. 

Continuidad de los trabajos

Para los articuladores brasileños, la muerte del Papa no pone fin al movimiento abierto por él. En Bahía, por ejemplo,  la casa base se ampliará a una aldea, donde se establecerá  una Universidad Libre, construida con arquitectura indígena. “Llegamos a la conclusión de que ya tenemos el conocimiento que necesitamos. Y lo que no tenemos, lo podemos llevar al territorio, no salir del territorio para absorberlo en el extranjero. Es una forma de preservar nuestra cultura y también a los jóvenes”,dice María Agraciada. 

Por Gustavo Queiroz.

Fuente: htpps://www.dw.com/pt-br 

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