Somos Sandra y Henry, estamos casados hace 24 años y tenemos dos hijos, David Alejandro de 22 y María José de 20 años. Sentimos que Dios nos ha llamado, con nombre y apellidos, desde la eternidad, a estar unidos en matrimonio con un “designio de amor”.
Desde hace varios años hacemos parte de Familias Nuevas del Movimiento de los Focolares. Hemos participado en las diferentes realidades del focolar, como jóvenes, con nuestros hijos, de la propuesta clara del carisma “la unidad”. Conocimos la inspi ración de Chiara Lubich, la fundadora del Movimiento de una ciudad, Loppiano, la ciudad de María, en Italia, donde solo se vive el “amor recíproco”, quisimos estar desde esos momentos allí. pero por nuestros trabajos, compromisos y aspectos económicos nos tocó desistir de la idea.

El año pasado, nació la propuesta “Loppiano Family Exeprince” para estar tres semanas de inmersión en la vida de la ciudadela de Loppiano y en la Escuela de Loreto abierta a familias de todo el mundo. Enseguida nos inscribimos y logramos los pocos cupos que quedaron pues tuvo una gran acogida y las plazas disponibles se agotaron mucho antes de la fecha límite de inscripción.
Sentíamos que había sido un regalo de Dios el poder participar y que la preparación más justa era tomarlo de las manos de Dios y llegar a Loppiano para “construir” sin esperar recibir nada. Esta actitud de “construir” la empezamos desde el día siguiente de nuestra llegada, cuando nos encontra mos con familias procedentes de Jordania, Gabón, Corea, México, Paraguay, Colombia, Brasil, España, Eslovaquia y Alemania. Nos sentimos como una gran familia, con un único lenguaje, aun siendo tan diversos. Fue fantástico, experimentar que no hay barreras.
Los primeros días de nuestra llegada teníamos que hacer compras, preguntamos como hacer y nos indicaron que lo hiciéramos por “waze”, pero por problemas de internet no se lograba, así que decidimos apoyarnos en el único waze que no se apaga “la confianza en Dios” y si bien no conocíamos, llegamos igualmente al supermercado.
De regreso a casa una pareja solicitaba ayuda para recoger a alguien que se había ido caminando al supermercado pues necesitaba comprar pañales para su hija. Nosotros ya estábamos descansando, era la hora del medio día y en verdad era tenaz el calor fuerte, pero seguro para esta persona había sido más tenaz irse caminando al pueblo, vimos entonces la oportunidad de construir y decidimos ir a buscarlo, dejando nuestro descanso.
De esta manera hicimos muchas experiencias de apoyo a personas que necesitaban desplazamien tos y demás, que solo por el calor, necesitaban que los recogieran o algo por el estilo.

En otra ocasión ayudamos a una señora mexicana que estaba participando en la escuela con una de sus hijas. Su esposo y otra hija no lograron llegar a tiempo pues les cancelaron el vuelo. Un día vimos que esta señora no estaba en el programa y decidi mos ir a buscarla para ver si necesitaba algo. Lo que ella necesitaba era que la escucháramos pues la situación se la había salido de las manos y estaba angustiada. Después de escucharla concluimos juntos que “solo Dios sabe por qué pasan las cosas” y se calmó. Construimos con ella una relación muy cercana, como hermanos, y cuando llegó su esposo nos agradeció mucho por lo que habíamos hecho.
Podríamos contar otras experiencias que hemos vivido, pero lo que más nos queda en el corazón como familia es que en esta “ciudad de María” como es Loppiano, ella quiere que en la base de todo esté “la misericordia vivida”, que vivamos y revivamos a la “Virgen” en nuestra vida siendo como ella madre, hermana, hijo para los demás. Que esta ciudad la llevamos en nuestra vida cuando logramos vivir el “evangelio” de manera concreta allí donde estemos.
Nuestros hijos pudieron participar del Genfest y estaban felices de poder comprobar que no hay barreras, cuando hay un lenguaje universal que es “el amor evangélico” y que el mundo unido es posible, depende solo de cada uno de nosotros.
Por. Sandra, Henry, Alejo y Majo – Colombia
Wwwoow ! Tremendamente poderoso!! ♥️♥️♥️ se goza mi corazón ♥️ hemanitos !! ‼️ Ver el amor de Dios en sus ojos y entender que somos los brazos extendidos de Dios aquí en la tierra !! ♥️♥️♥️♥️♥️♥️
Excelente experiencia en familia, la unión siempre hace la fuerza y con Dios de la mano nada tendrá barreras, esa actitud de servicio es muy reconocida entre ustedes hacia los demás, muy fuerte abrazo. Richy y Diana.