Madres emprendedoras: La maternidad un impulso para crear

Un momento que resignificó mi vida fue la maternidad. Cuando nació mi hija mayor, mi vida dio un giro profundo no sólo en lo personal, sino también en lo profesional. Lo que antes valoraba comenzó a cambiar, y con ello, mi visión sobre el trabajo y el tiempo. Me di cuenta de que necesitaba algo más que un empleo; necesitaba un propósito que me permitiera ser la madre que quería ser sin renunciar a mis propios sueños. Ahí comenzó mi verdadero viaje de transformación.

El «momento bisagra» llegó cuando, después de enfrentar las dificultades de equilibrar la maternidad con mi carrera en marketing digital, sentí que era hora de hacer un cambio radical. Me pasó lo que nos pasa a la mayoría de las madres en el momento de decidir si volver a trabajar o no cuando termina la licencia.

Si bien lo que más quería era volver a trabajar, entendí que tantas horas lejos de mi bebé no me iba a dejar disfrutar de esa ansiada vuelta. Fue entonces cuando decidí, decidimos emprender y tomar el control de mi tiempo y de mi vida.

Lo que más recuerdo es haber escuchado: “¿Por qué te preocupa dejar tu trabajo? Si tu marido te puede mantener y ahora tienes que estar con la bebé”. Eso fue como un puñal para mí. Mi visión de la maternidad no implicaba renunciar a todo lo que había construido en mi carrera. Más allá de los mandatos sociales y la programación mental con la que crecimos sobre lo que significa ser una «buena» o «mala» madre, decidí explorar ese nuevo mundo, poco recorrido, especialmente por mujeres y madres.

No fue fácil, pero en cada desafío encontré una oportunidad. A partir de allí, creé el evento Mujer, Madre y Emprendedora, una iniciativa para apoyar a madres que, como yo, quieren encontrar un balance entre la crianza y sus ambiciones personales y profesionales. Mi misión era clara: demostrar que la maternidad no es un obstáculo, sino un impulso para crear, para soñar en grande y para ser líderes de nuestras propias vidas. Transmitir que la maternidad es hermosa, pero que no tiene por qué ser lo único en nuestras vidas.

Emprender tiene también eso: momentos de despliegue y otros de aprendizaje. Hoy, como mentora de mamás emprendedoras y speaker en temas de empoderamiento y gestión del tiempo, sigo inspirada por ese «momento bisagra» que me empujó a redescubrirme.

La maternidad me enseñó que el verdadero éxito no es solo profesional, sino integral: ser madre me dio la valentía para emprender, y el emprendimiento me dio las herramientas para ser la madre que quiero ser. A lo largo de este viaje he aprendido algunas estrategias clave que me ayudaron a encontrar el equilibrio entre la maternidad y el emprendimiento, y quiero compartirlas contigo que eres mamá y estás buscando lo mismo:

1. Gestión del tiempo basada en prioridades: Una de las elecciones más valiosas que aprendí es que no se trata de hacer más, sino de hacer lo que realmente importa. Crear una lista diaria de prioridades me ayuda a enfocarme en las tareas clave, tanto en mi negocio como en mi vida personal. Mi consejo: dividirlas en tres categorías: personal, relaciones y profesional. Comprométete a incluir en tu agenda algo sobre esto todas las semanas.

2. Red de apoyo: No podemos hacerlo todo solas. Es fundamental rodearse de personas que te apoyen, ya sea en casa o en tu negocio, contratando ayuda para tareas específicas, pidiendo apoyo a la familia o buscando comunidades de otras mamás emprendedoras. Una red de apoyo puede marcar la diferencia.

3. Establece límites: El trabajo nunca se termina, especialmente cuando emprendes y eres mamá, pero aprender a desconectarte y estar presente con tus hijos es esencial. Establecer horarios claros de trabajo y descanso te permite encontrar un equilibrio más saludable.

4. Automatización y delegación: Aprovechar herramientas tecnológicas que te ahorren tiempo es clave.

Automatiza procesos repetitivos en tu negocio como emails, redes sociales o facturación. Además, no tengas miedo de delegar ciertas tareas que no requieren tu atención directa.

5. Flexibilidad y adaptabilidad: La maternidad te enseña que cada día puede ser impredecible. Aplica esa misma flexibilidad a tu emprendimiento. Si un día no puedes cumplir con todo lo que habías planeado, no te frustres. Aprende a adaptarte y a ajustar tus expectativas, sin perder de vista tu objetivo a largo plazo.

6. Cuidar de ti misma: El autocuidado no es un lujo, es una necesidad. Puede ser tomarte 10 minutos al día, hacer ejercicio o simplemente desconectar. Cuidar de tu bienestar físico y mental es esencial para ser una madre presente y una líder efectiva.

Si estás leyendo esto y te sientes identificada, es hora de que te hagas una pregunta importante: ¿qué te está frenando? La maternidad no tiene por qué ser el fin de tus sueños profesionales, sino el comienzo de algo más grande. Si yo pude encontrar el equilibrio entre ser mamá y emprender, también tú puedes hacerlo.

La cuestión está en atreverse, en confiar en que tu visión tiene valor y en tomar el control de tu tiempo y de tu vida. No importa tu edad o la de tus hijos.

Emprender no es sólo un acto de valentía es un acto de amor propio y hacia quienes nos rodean. Porque cuando una madre emprende, transforma su vida, la de su familia y la de muchas otras mujeres.

Por Fabiana Jafif – madre y emprendedora en Marketing Digital

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