Mi esposa estaba embarazada y le llegó el momento del parto. Yo hubiera querido llevarla a una clínica, pero debido a la situación que se vive en el país, no se logró. Estaba angustiado y preocupado, pues todos se imaginan y saben cómo están los servicios públicos en mi país, Venezuela.
Logré llevar a mi esposa al hospital Carabobo, que no tiene las mejores condiciones. A este punto a manera de oración pensé: Señor, tú naciste en un pesebre, con la asistencia de los ángeles, mi hijo también es un rey y confío en que tus ángeles también lo asistirán.
Luego de este momento se me fue toda preocupación. Sentí que tenía solo la confianza de que el Señor se encargaría de mi hijo y de mi esposa. Así fue, todo salió muy bien, con la gracia y la ayuda de Dios.
Por Wilmer Galvis- Venezuela


Así es la vida para los que confiamos en Dios, Él es nuestro refugio, nuestro amparo, Bendiciones
Bonita experiencia. Asi funciona la naturaleza!