RunxUnity Cuba: Felicidad y esperanza

La experiencia en el Run4Unity fue increíble. Llegamos a primera hora a Santovenia y empezamos a preparar los carteles con los nombres de los niños y los adolescentes. Todo era alegría y diversión. Luego de unas dinámicas, compartimos una videollamada con otros jóvenes, que al igual que nosotros, realizaban el Run4unity en su país. Conversamos con ellos y les mostramos algunas de las actividades artísticas que estábamos realizando.

Personalmente, para mí fue un día muy agotador, pero también muy divertido. Fue un día en que no solo hice uso de mis habilidades como pedagoga, sino que puse a prueba mis habilidades para servir a los demás, así como mi agilidad para ejecutar las distintas tareas que me asignaban.

Mis compañeros y yo, trabajamos como un equipo para hacer que los niños y adolescentes pudieran pasar un día inolvidable. Recuerdo que hubo un momento muy gracioso en que luego de bailar la danza belga con los chicos, todos nos sentamos en un murito cansados. Nos miramos, estábamos agotados, y solo había sido una ronda. Entonces, alguien dijo -ya estamos viejos- y todos nos echamos a reír, pues ninguno superaba los 35 años, y ya hasta nos dolía la columna. 

No obstante, a pesar del cansancio, la pasamos increíble. Por eso quiero agradecer a todos los que hicieron posible esa experiencia. Desde el fondo de mi corazón les digo a todos: Gracias, muchas gracias por permitirme ser parte de un evento tan mágico y especial». (Gabriela Ferro, Lic. Educación Artística).

«Un cambio de perspectiva hacia la construcción de la Paz: descentralizar la mirada en el individuo y poner el acento amoroso en el colectivo, genera puentes de comunicación desde prácticas liberadoras. Al fomentar una cultura de participación ciudadana y cívica, tomando como motor impulsor dinámicas lúdicas, se hace posible un encuentro ameno y divertido donde los niños son los verdaderos rostros de la felicidad y de la esperanza, protagonistas vívidos del arte de compartir en comunas de Fraternidad e intercambios generadores de bienestar.

Animar esta actividad fue muy grato, pues junto a otras manos frescas y a rostros jóvenes, nos permitió emanar luz para ayudar a hacer florecer diálogos amistosos. Todos pusimos el corazón, latiendo al ritmo de los niños y reviviendo con ellos esa edad mágica donde todo es posible; al mismo tiempo, contribuyó a entrelazar conexiones sanas, despertar la curiosidad y el entusiasmo creciente en los diferentes juegos de participación, también unió el deseo por la permanencia alegre y creativa en este estado de «gracia».

Construir la paz es una práctica necesaria y respetuosa hacia el bien común, una urgente necesidad que contribuye a la salud del planeta, ayudando a que las personas puedan relacionarse mejor. Desde la infancia podemos enseñar cómo se construyen nuevas estructuras de cambio hacia la participación democrática y ciudadana. La paz se hace cada día y es tarea de todos. (Nuestras reflexiones, Carmela y Leovaldo).

«Ha sido para mí un enorme gusto colaborar con el Movimiento de los Focolares en la realización de esta Semana Mundo Unido.

El sábado por la mañana tuvimos una videollamada entre nuestros adolescentes y los de Brasil. Nuestros muchachos, provenientes de contextos difíciles, compartieron sus vivencias y reflexionaron sobre distintas formas de promover la paz en sus entornos.

Por la tarde, juegos con los niños. Grata fue mi sorpresa al percibir su alegría y energía, esa vitalidad que sólo un niño que empieza a descubrir el mundo puede transmitir. Me hicieron recordar la ilusión que teníamos a su edad, cuando cada pequeño reto nos entusiasmaba: *¿Qué tan alto puedo saltar? ¿Qué tan rápido puedo correr? ¿Qué tan lejos puedo patear esta pelota? ¿Qué tan bien puedo jugar a esto con mis amigos?». Gracias a ellos recordé que vale la pena ilusionarse con las cosas pequeñas y bellas que la vida nos regala.

El domingo iniciamos con una videollamada con Panamá, y luego un rally. Los participantes fueron rotando por las distintas etapas. Tuve la oportunidad de hablarles sobre el perdón y la reconciliación, y sobre la importancia de estos valores para convivir con respeto y construir la paz.

De toda esta experiencia me llevo el testimonio de entrega de las focolarinas, así como la alegría y el cariño con que se dedican a los niños, promoviendo la unidad y haciendo palpable el deseo de nuestro Sefior cuando oró al Padre: «Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti; que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.» (In 17,21). (Ricardo)

Por Alba Maria da Silva – Cuba

One thought on “RunxUnity Cuba: Felicidad y esperanza

  1. Aún es tiempo de recuperar la esperanza y construir la paz, desde las familias, las escuelas ,las isntituciones y la iglesia; en unidad, con una sola alma y un solo corazón

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