La Fundación RadaBer es una ONG a favor de los inmigrantes, sobre todo venezolanos, que están que están en varias ciudades de Colombia. Alba Rada, fundadora y presidenta de la fundación, ilustra el trabajo que realizan.

¿Cuál es la visión de la Fundación?

Yo soy también migrante venezolana , pero realmente la fundación está enfocada en ayudar a sumar, a aportar a ayudar en lo más posible a esta pa tria que nosacoge y no solamente, porque si bien estamos enfocados a la migración venezolana, partimos de que, si a nosotros no nos gusta la xenofobia, no podemos dejar de lado a la población que nos acoge. Evitando ser asistencialistas tratamos de ayudar en esas problemáticas como la regularización, inclusión e integración de la población migrante allí donde vivimos.

¿Cómo hacen para precisar las necesidades de las personas y cuáles son los pasos que hay para ayudarlas?

Son diferentes niveles. Hemos recibido a los caminantes que vienen de Venezuela y también cuando han regresado, por ejemplo, en pandemia, entonces las problemáticas son super variadas. Somos la única organización que estamos en toda esta zona, por lo tanto, y al ser

migrantes, la ayuda tratamos de hacerla lo más integral posible. Por ejemplo, la regularización. Para los que pueden optar por la regularización es la apertura a todo lo que son los derechos como el hecho de poder trabajar, el hecho de poder estudiar sin problema, aunque si bien lo, por ejemplo, los niños como derecho fundamental deberían poder estudiar sin ningún tipo de papel, realmente se hace muy difícil, sobre todo en las ciudades

grandes que la parte gubernamental logre entender y está también porque es un país que no estaba acostumbrado a recibir.

Ahora que recibes toda una normativa que hasta nosotros mismos nos cuesta seguir. Entonces es ayudarlos a entender primero que nada cómo pueden acceder a estos derechos. Y nosotros nos esforzamos en tratar que la persona lo haga por sí sola, porque si

lo logramos, automáticamente va a ser un líder que a su vez puede ayudar a la gente que está en la comunidad donde ellos están, o sea, puede ayudar a la gente que lo necesita. Por lo tanto, tratamos de darle las rutas para que ellos lo hagan.

En caso de que ellos sólo no puedan, les acompañamos en todo el proceso. Si son problemáticas que superan nuestras competencias de resolución, la remitimos a algún socio a nivel gubernamental de cooperación para que pueda resolverlo, siempre haciéndole seguimientos.

Pero siempre tratando de garantizar que la ayuda sirva para que ellos después logren caminar solo, por decirlo así.

¿De dónde llegan los migrantes?

Llegan de diferentes partes, también las personas que no pudieron entrar eh a Estados Unidos o que han salido antes de que los deportaran y prefieren venirse muchas veces a Colombia antes de regresar a Venezuela por toda la situación que conocemos. Igualmente

ha habido muchísimo movimiento por todo el tema de los países cercanos. Es una cosa interesante que ahorita no solamente hay venezolanos, sino que ya estamos viendo personas también otras partes y justamente las organizaciones llevadas adelante por

migrantes y refugiados venezolanos somos los que estamos tratando de abrirle camino y ayudar también a estos migrantes que vienen de otros países.

Entonces, ha sido interesante la labor que hemos hecho como organizaciones unidas para también visibilizar la problemática que tienen otros migrantes, pero sin dejar de lado todo lo que está pasando con la con la migración venezolana.

La doble movilización migratoria debe ser un impacto muy fuerte, ¿de qué manera, ustedes asisten a estas personas que están atravesando por una por un sacrificio, por un trauma?

Eso es lo que está pasando ahora. Que es aún hasta peor porque económicamente vienen peor, por decirlo así, de cómo pasaron o cómo salieron. Pero sobre todo hay un problema grave que es el tema del luto migratorio, o sea, el tema de que yo digo así tú no vayas y vuelvas, ya tienes el luto migratorio, así tengas 15 años, ahí siempre estás en la casa del vecino, pero que de ahora de paso ni siquiera salgas y tenías unos planes y vendiste todo y vengas y ahora tengas que volver que regresar.

De hecho, muchos de los que estaban en Colombia que se fueron regresan y han perdido su regularidad porque al salir automáticamente pierden la regularidad. Entonces es otro problema, el de empezar de nuevo. Pienso que más que un problema económico, que obviamente lo hay, eso es un problema emocional, de salud mental. Nosotros somos de los que pensamos que  cuando una persona no está bien emocionalmente, automáticamente tú le puedes conseguir trabajo, educación, todo lo que pensamos que es prioritario- y que es prioritario- pero si no nos enfocamos en la salud mental, son personas que empiezan a trabajar y a los 15 días salen. Que los chicos no van bien en la escuela. Entonces nosotros, hablando propiamente de Fundación RadBer, una de las cosas que hemos contemplado es ese tema de escuchar, tener esa apertura, esos espacios. Muchas veces hacemos jornadas

presenciales y tenemos que tal vez durar media hora y cuando tú te das cuenta, ni siquiera has ayudado como decir que un trámite a la persona, sino simplemente has escuchado su problemática.

Este año por primera vez, hicimos un reconocimiento de la excelencia venezolana, basado en el trato emocional. Todos los que tuvieron reconocimiento en su colegio, en sus clubes, sea deportivo, cultural, académico, entraron en un concurso y les dimos un reconocimiento por la excelencia venezolana, porque fueron personas que pusieron en alto nuestro gentilicio.

Cuando tú los enalteces y tú dices, «Nosotros sí valoramos lo que estás haciendo.» Mira, fue espectacular para los chicos y para los papás. Y les cuento cómo salieron lágrimas y todo, porque ver que sí, o sea, tú eres migrante, pero tú también vales.

Entonces, hacemos ese tipo de cosas, varios eventos que están enfocados a eso, a no perder tus raíces, a valorarte tú aunque eres migrante, tú no eres menos. Aunque estés en la casa del vecino, tú vales.

De una entrevista a “Voces del exilio”