Puerta sin puerta

«Puerta sin Puerta» es una experiencia inmersiva, dirigida por la artista visual Ericka Ivacson, que invita a la reflexión sobre la creación, el ser, y el poder transformador de la poesía. Su punto central es la persona en su integridad: cuerpo y espíritu. La fuerza de la identidad se manifiesta a través de la palabra —síntesis de la existencia— y el movimiento, como un proceso de autodescubrimiento, que busca, en lo profundo, la comunicación; un paso necesario para sintetizar con lo individual.

La exposición explora la dualidad entre la oscuridad interior y la luz exterior que proyectamos. El cuerpo define los límites entre lo personal y el mundo, al expandir nuestra percepción de la tierra bajo nuestros pies y de la esperanza que reside en el futuro incierto de nuestros sueños.

La primera instalación invita al espectador a continuar, cada paso simbolizado en una palabra que expresa una realidad. La metáfora de la vida se interpreta a través de la imagen del árbol y sus raíces, donde se unen las palabras y aquellos pasos suspendidos que crean continuamente una nueva armonía, junto a la madera trabajada y transformada que acoge cientos de pasos a veces desconectados y perdidos, que buscan crear y abrir nuevos caminos.

mayor parte de la exposición: un gran espejo invita al reencuentro consigo mismo. Se verbalizan los reflejos de lo que “soy a partir de ese momento”, mi ser ante el mundo. Un paso de purificación de lo que conturba en la imagen se convierte en el poder de liberar la emoción ante el lugar al que se ingresa.

La proyección continúa, con sonidos urbanos y rurales, precede a la recitación de un soneto. Una profunda penumbra, interrumpida solo por una lámpara olvidada que parpadea como un último intento de ser reconocida en su existencia. Su luz ilumina un pequeño círculo que da sentido al olvido y a la angustia, para dar lugar a la performance de Aymara Vila, Primera Bailarina de Danza Contemporánea de Cuba. Su danza, que celebra la luz y recuerda la sombra, explora el intento de expresar quién soy: mi nacimiento, aceptación, traición y abandono; violencia, privación de libertad; deseo y erotismo; mi verdad y mi lugar en el mundo.

La nueva proyección de videoarte, se profundiza en la mirada, al abrir una «puerta sin puerta» hacia el alma. Acompañada por imágenes de agua que transita del día a la noche —blanco y negro, contrastes eternos de la vida—, el sonido distante del mar se desvanece en el silencio que queda junto a la espuma blanca.

Sin embargo, la exposición no concluye ahí. Una impactante muestra de la fotografía crítica de Alejandro Valdés, con su característico realismo que roza lo grotesco y decadente; una muestra de su estilo personal pero que a la vez rescata la dignidad humana, que parece sacudir los cimientos estéticos.

Finalmente, pequeñas luces individuales iluminan a cada espectador, con la luz como símbolo de lo que cada uno lleva dentro en una pregunta que no concluye: ¿Somos la suma de las cosas que hemos vivido o la consecuencia de las elecciones que hemos hecho? Con esta interrogante, «Puerta sin Puerta» reabre su recorrido.

Por Geam Carlo Rosillo

One thought on “Puerta sin puerta

  1. Una reseña excelente para una buena crítica de arte. Las ediciones de la exposición reflejaron el talento con que lograron la muestra. Gracias por la dedicación!

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