Carlos Palma, Director de Living Peace Internacional

Queridos amigos y compañeros de aventura, mientras en el corazón de Oriente Medio estalla una nueva guerra, mientras caen bombas y palabras duras dividen, hay un pensamiento que me gustaría que guardáramos juntos: no todo es oscuridad.

Sí, Israel e Irán han llegado al enfrentamiento directo. Las palabras pesan como piedras: “Es una declaración de guerra”. Pero en medio del ruido de las armas, todavía hay manos que curan, ojos que se buscan, corazones que resisten al odio.
Estudiantes iraníes socorriendo a los heridos. Chicas israelíes consolando a quienes lo han perdido todo. Personas de ambos lados que se escriben, se escuchan, se dicen: “No somos enemigos”.

¿Y nosotros? ¿Qué podemos hacer aquí y ahora?
Podemos no acostumbrarnos. Podemos elegir palabras que unan, y no que alimenten la ira. Podemos educar al diálogo, a la dignidad, a la relación. Podemos ser luz donde hay confusión, llamas de paz donde se extiende la sombra de la guerra.

La paz empieza con nosotros. Con nuestros comentarios, nuestros silencios, nuestras oraciones, nuestras elecciones cotidianas.
Hemos tenido que renunciar a la llegada al puerto de Beirut a solo 30 km de destino final, girando nuestra nave 180 grados para volver marcha atrás, bajo las luces de los misiles que atravesaban el cielo..Sin Internet ni orientación precisa, nos abandonamos a Dios, unidos más que nunca para conservar la paz interior.

Recordémoslo:
Incluso la noche más oscura teme al amanecer.
Y nosotros podemos (y queremos) ser el inicio de esa luz.
Carlos Palma, Director Living Peace Internacional