Aquí esta una colección a muchas amorosas manos. Pinceladas del amor que cada corazón puso, aquí o más allá de los mares, detrás de cada objeto y bocado…el arte puede suscitar el amor donante, penetrando las dinámicas territoriales y sus geografías vivas, retablos de nuestras memorias… esquinas, veredas, senderos, cascadas y ríos, páramos y sus nieblas, calles, rincones, penumbras, colores alegría, partida, frustración, dolores o ilusiones varias. Retazos de la vida adheridos a la piel tierra adentro… Hábitat de nuestros dolores y proezas…lugares del encanto y las pérdidas, del nacimiento y el vivir.
Gracias por compartir esta vida y sus faenas…por el trasteo de los objetos a esta palestra que gritan «te quiero» con el alma… actos de amor concretos y donación viva de tantos. Gracias por ir más allá del cansancio, la enfermedad y las pocas fuerzas. Por recomenzar cuando ya se ha desistido. Gracias por ser “escuela política en clave fraterna” para mi vida y la de tantos… Se suscita el amor y el amor impregna, inunda la casa de todos, resignificado en artefactos artísticos que «también» son múltiples palabras de un alfabeto inconcluso que aún le queda mucho por decir del habitar y convivir nuevos, que podemos experimentar y tejer juntos: canasto, florero o rostro de cocinadoras, juncos, hilos que esconden ojos o bocas rojas, olletas atadas a los tragos»» de un «te quiero», hojas secas donantes hasta volverse tierra. Árboles que nos recuerdan la tarde y los dolores de parto, los atardeceres todos.
Trabajadores invisibles detrás de cada bocado, florero, fiesta o frenesí de puente colgante… Madera recuperada del olvido aflorando amores nuevos. Frascos reusados para llenar del arte de amar, del hacernos uno, del amar a todos, del perdonarnos y dar amor antes que nos lo manifiesten. Estropajos, recuerdos del jardín apertura a las travesuras idas. Geografías de esas. “Cafetalarios” musitando historias de cafetal…magias de comitivas, rituales de iniciación de aprendices de cocinadoras, jardineras, cultivadores… Hermandad mesoamericana que nos alimenta la sangre. Alegrías, yerbateros, Mujeres y hombres de un «nosotros» que alberga la tierra donde espera el bien que no ha sido…que estamos generando cada uno desde el poco ineludible en el que nos va la vida y la pasión por lograrlo…Nuevos habitantes y convivientes sentí-pensando-nos tierra- hermanos- donantes-vasija de barro portando tesoros!… lo que hemos sido y lo que seguimos siendo… Pensamientos para la siembra de otras maneras de serlo!… Juntar orillas, las manos, las fuerzas, poner en común los bienes, el tiempo, los talentos, los afectos. Abrazar los dolores de los jóvenes, los niños, los viejos, los otros. Desterrar el despilfarro, reconocer y apreciar el hábitat local, comer cero kilómetro.
Despojarnos de la elegancia contaminante por una saludable. Crear otras formas y fondos vivos. Recrear. Evolucionar. Amar más… Cero daño. Cero Hambre. Cero contaminación. Cero deshechos. Cero injusticia! …Esta nuestra serie” Esperanza” que nos empuja tierra adentro! … sala de exposiciones, auditorio, aula viva, farmacia, poema, calendario, ciencia, ”Mesa Ser Vida” que nos alberga, mientras vamos siendo lo que hemos sido y lo que seremos, sin tantos miedos! Por esto pinto, cocino, amo, vivo… para que seamos uno!
Por Gladys Molina – Colombia