Focolar Arca en Medellín: los frutos de una pregunta

Hace 4 años se hicieron una pregunta: ¿Qué podemos hacer por nuestra ciudad? y luego surgieron las respuestas que hoy movilizan a muchos. 

La invitación decía que el sábado 23 de agosto a las 10 de la mañana, en el auditorio Ignacio Vieira, en la facultad de de Arquitectura y Diseño de la Universidad Pontificia Bolivariana, se celebrarían los primeros 4 años de esa pregunta. 

Al llegar había café y galletas, sonrisas, tortas, abrazos, y un mosaico de personas que vistas juntas conformaban el vitral construido por el focolar Arca en este tiempo, lo que han dibujado y coloreado por la paz y la convivencia en esta ciudad, en este país, y para toda la zona. 

La luz que pasa por el mosaico

Cristina Montoya contó sobre el momento en el que nace la pregunta, sembrada por años en el alma frente a los dolores causados por la violencia y la indiferencia, como un bombardeo que caía sobre los más vulnerables. 

Las integrantes del Focolar El Arca en Medellín.

Luego, Leidy Vargas comparte un texto en el que cuenta cuál es la luz que ilumina las acciones del Focolar Arca, y relata cómo en tiempos de guerra se destaca una mujer jóven, llamada Chiara Lubich, con un grupo de chicas a las que rápidamente se sumaron también chicos, la primera comunidad, que tomaron la decisión y emprendieron las acciones para amar a Trento y sanar los dolores de la guerra. 

Leidy Vargas presentando la semblanza de los primeros tiempos de Los Focolares y la generación de la Cultura de la Unidad.

Para quienes se relacionaron con el Focolar Arca fue descubrir el origen de la luz, para quienes conocían la luz fue reconocer sus reflejos, para todos fue ver el mosaico iluminado que conforman, como una comunidad ampliada que comparte el entusiasmo por transformar a la sociedad. 

Rebeca Gómez compartiendo las acciones de El Arca en la Paz, la economía, la política y la academia.

A ese momento, se mostró quiénes son las focolarinas que integran El Arca, su propósito de acoger conversaciones e iniciativas que permitan generar acciones de paz para la sociedad. Se habló de Conjugarte, una iniciativa con colectivos de artistas de la ciudad que convocan desde los espacios públicos; de las conversaciones con actores del conflicto y de la paz; de los empresarios y las universidades; y sus reflejos en la sociedad. 

Una respuesta a la pregunta ¿Qué podemos hacer ante nuestra realidad?

Juan Esteban Beldarraín, Director de Proyectos de Porticus América Latina, compartió su mirada sobre el conflicto y las acciones de paz en la región, especialmente en Colombia, Perú, Ecuador y Brasil. 

Juan Esteban Baldarraín de Porticus con Cristina Montoya de El Arca.

Por razones de su trabajo, Juan Esteban ha conocido territorios de conflicto, sus actores sociales, y las iniciativas de transformación de esos territorios hacia culturas de paz. En Colombia su organización apoyó la creación de los Programas de Desarrollo y Paz, organizaciones de la sociedad civil que han mediado entre autoridades, grupos armados, comunidades y empresas, para que esos territorios sean habitables y trabajables. 

Beldarraín, quien conoce la cultura de la unidad desde su juventud, manifestó que algo aprendido en estos 15 años de participar de estos proyectos y procesos, es que lo importante es estar presente para dialogar con los otros, que nuestra sociedad no nos necesita neutrales frente a los dolores, sino dialogantes que es una forma de pasar a la acción concreta para sanar relaciones y dolores sociales. Estar para preguntar, escuchar y actuar juntos. Lo que el Papa Francisco, la Iglesia, y el Papa León nos han pedido y siguen pidiendo. 

Juan José Mejía, compartió varias canciones en medio del programa, otra forma de generar preguntas y respuestas.

 «Aún es de noche y está cerca el amanecer»

En un momento se apagan las luces del auditorio. Suena un violín y se escucha una voz que lanza un relato. Es una vigía que espera en la noche, a la que se acercan algunos con preguntas sobre sus dolores y los del mundo, ¿Qué podemos hacer? a lo que la vigía responde: Aun es de noche y pronto llegará el amanecer, pero  sigue preguntando. Y así, cada pregunta que es una luz, se repetía y multiplicaba en la oscuridad, la sola pregunta ya es una luz capaz de iluminar el siguiente paso, y las preguntas juntas son capaces de iluminar todo el lugar.

El agradecimiento recíproco

A las 12 del día, en medio de banderines de colores y mesas decoradas, se reunío todo el mosaico: quienes conocen y tejen la unidad desde hace muchos años, los nuevos tejedores, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, que pudieron palpar  que están unidos por una misma luz que se manifiesta de maneras diversas a través de ellos, sus acciones, y sus realidades. Fue un momento de reconocerse como parte del mismo tejido y dar gracias por lo que cada uno ha hecho para descubrir nuevas maneras de amar los dolores de nuestra ciudad. Esperamos que sean más años de preguntas y respuestas compartidas.

Tertulia Polarización …¿signo de vitalidad democrática?

En la noche se cerró la celebración con la Tertulia en El Arca, en la que se abordó la polarización política que vivimos como sociedades en el mundo globalizado. Mónica Guarín, comunicadora con experiencia en el sector público y privado, hizo la moderación de la conversación, en la que se destacó que la polarización, la tensión entre puntos de vista diferentes es natural, que lo que realmente generar un impacto grave sobre las sociedades y sus tejidos es la beligerancia, entendida como el deseo de que el otro no exista, de excluirlo o eliminarlo del orden social.

Tertulia con Juan Esteban Beldarraín en El Arca con invitados de diferentes sectores e intereses de la ciudad.

También se expusieron experiencias en las que, con la mejor intención, se puede generar un impacto negativo en las comunidades con las que se trabaja, y que, al final, los procesos de desarrollo deben partir del reconocimiento del otro, como es, independientemente de si se parece a mí o no, a mí manera personal de ver el mundo.

Al preguntarse en el grupo sobre el qué hacer ante la polarización beligerante, se habló de siempre abrir espacios de diálogo intercultural, en los que diferentes miradas puedan conocerse, reconocer propósitos comunes, y generar juntos acciones transformadoras. Esta práctica nos ayuda a reconocernos diferentes entre nosotros y, al mismo, tiempo como parte de una misma sociedad.