Encuentro latinoamericano y caribeño Nicea 1700 años

Guatemala fue la sede del Encuentro latinoaméricano y caribeño Nicea 1700 años. Fe, unidad y Esperanza. Un evento que reunió a representantes de Iglesias de diversas confesiones de fe para reflexionar en torno a este acontecimiento ecuménico que marcó el rumbo de la Iglesia católica.

Los 80 participantes de 15 países de la región han podido reflexionar, compartir testimonios y construir en conjunto un camino para el ecumenismo y el diálogo interreligioso.

Monseñor Rodolfo Valenzuela, presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala, hablando de la importancia de este encuentro, entre otras cosas dijo:

«El objetivo de este encuentro es hacer memoria del Concilio de Nicea del año 325 y ver cuáles son sus consecuencias para nuestros días. En el Concilio de Nicea se discutió sobre un tema muy importante: la identidad de Jesús(.), y para este Concilio llegaron obispos, sacerdotes presbíteros, teólogos de diferentes lugares de las iglesias de ese momento y llegaron a un acuerdo sobre el Credo (…) Hubo un acuerdo. Lo que nos enseña ese Concilio es que así se arreglan los problemas, las discusiones se arreglan escuchándonos, reuniéndonos, convocando a la gente y llegando a un acuerdo por medio del diálogo (…).

Nuestro mundo está marcado por la desunión, hay muchas divisiones, políticas, científicas, sociales, religiosas y las había desde el principio de la historia de la iglesia(…), y el gran mensaje de Nicea para la iglesia en nuestros días es: pongámonos de acuerdo, encontrémonos, busquemos la unidad(…). El acuerdo, el diálogo, el caminar juntos, el encontrarnos, eso es lo que queremos»

(…) Por su parte, el pastor bautista Harold Segura, director de Fe y desarrollo de la organización internacional World Vision, uno de los cuatro pastores evangélicos que participó en la V Conferencia General del Episcopado de Aparecida (2007). Además, desde 2009 acompaña acciones en favor de la infancia como socio del Programa Centralidad de la Niñez, en la conclusión del encuentro señaló » que las divisiones o trincheras no hacen bien a la acción ecuménica. Para superar estas brechas resulta indispensable la escucha atenta, respetuosa, hablar de un caminar compartido.

Es así como comparte el término sinodalidad, que aplica muy bien a este contexto » interconfesional», de una escucha atenta para anunciar a Jesús, que «la gente se identifique con Jesús para servir desde la unidad, cada cual respetando las diferencias»

Trabajar más

Segura apuesta que este encuentro conmemorativo no sea solo un evento más, sino que genere procesos, de hecho, «ya hay algunos en desarrollo». Todo queda entonces centrado en buscar iniciativas comunes, porque » es urgente».

Entre esas apuestas concretas – mencionó – están la constitución de una plataforma latinoamericana que trabaja en favor de la unidad de los cristianos para seguir «anunciando el Reino de la justicia, la paz, la reconciliación y la fraternidad».

Aunque en la actual coyuntura, signada por T conflictos, violencia «tenemos pocas certezas»

también » escuché decir que tenemos mucha esperanza» .Sin duda, después de Nicea 1700 años» nos vamos cargados de nuevas esperanzas y ánimos para seguir trabajando por la unidad de la Iglesia» enfatizó.

Caminar sin miedos

(…) La teóloga chilena Elizabeth Salazar expresó (…) «es un evento que no solamente ha reunido diversas experiencias de fe cristiana, sino que también, en un momento histórico como lo es la celebración de los 1700 años, logramos percibir qué es lo que nos trae este encuentro. Nos inspira a reunirnos en unidad en medio de la diversidad»

(…) Al cierre del encuentro monseñor Lizardo Estrada, secretario general del Celam, entre otras cosas señaló:

» El Papa Francisco nos ha llamado caminar juntos(…) caminamos con Cristo y hacia Cristo.

Continuó, tenemos mucho, muchas cosas que compartir, sobre todo aquellos puntos que nos unen. Hemos visto tantas cosas que nos unen nuestras personas, nuestros santos, nuestros mártires. El trabajo por el cuidado de la creación, por la justicia, por la paz.

Tantos temas que podemos hacer juntos. Esto es bonito compartir entre nosotros.

Tenemos que ponernos ya en camino a la acción, no tener miedo del pasado ni del futuro.

Nos toca sembrar. Nos toca sembrar para que otros cosechen esa comunión, esa unidad, ese caminar juntos, ese diálogo entre nosotros, ese mirar al futuro.

Nuestro mundo, nuestra sociedad está tan frágil, polarizada, dividida. Los que creemos en Cristo, en Dios, tenemos que unirnos y dar testimonio de esa unidad en oración, en trabajo, en fe, en testimonio, en cosas que podemos hacer por la sociedad.

Fuente https://adn.celam.org