Economía de Francisco y Clara, mirar los territorios con mayor creatividad

Eduardo Brasileiro es uno de los 100 jóvenes brasileños que participó en el encuentro de Asís 2022, convocado por el Papa francisco para discutir sobre un modelo económico más justo y sostenible.

Comprometido con la encarnación de la Economía de Francisco y Clara señala que son los territorios, empoderándose a través de procesos de democracia económica, de organización popular, los que generan un proceso de transformación.

Según Brasileiro, la Economía de Francisco y Clara se ha convertido en un movimiento social en el país, un espacio de denuncia, un lugar para hacer propuestas para otra organización del Estado, donde las políticas públicas y las dinámicas culturales están presentes, haciendo aparecer expresiones que hoy están borradas. Insiste en que la Economía de Francisco y Clara, «no debe ser una respuesta única para el mundo, sino que su respuesta viene desde los territorios».

Esto le lleva a afirmar la necesidad de entender la Economía de Francisco y Clara como «una expresión que parte de los territorios, como una plataforma que lleva un documento para debatir con políticos o empresarios», sino como «un proceso de asunción de experiencias territoriales». 

En el caso de Brasil, se busca que el Estado se convierta en «el gran propulsor de una recuperación ecológica, de la construcción de políticas públicas, de la inversión en renta y trabajo, un Estado que se vuelque al territorio como potenciador de las políticas públicas, de desarrollo territorial». Una expresión de ello es la economía solidaria, «que genera ingresos, trabajo cooperativo, la superación del hambre a través de la agroecología», pero también los bancos comunitarios, el presupuesto participativo, que lleva a «discutir a dónde va el presupuesto del pueblo».

Economía de Francisco y Pacto Educativo Global

El gran socio de la Economía de Francisco y Clara, según Eduardo Brasileiro, es el Pacto Educativo Global, que lleva a la discusión en las escuelas, en los espacios de educación global y comunitaria, en las comunidades eclesiales, ayudando a «percibir el territorio como un lugar de potencialidad, no como un lugar de ausencia», y con ello «a retomar la comunidad».

Frente a la posición de Margaret Thatcher en los años 80, cuando dijo que «no existe sociedad», fortaleciendo el auge del neoliberalismo en el mundo, Eduardo Brasileiro destaca las palabras del Papa Francisco en Evangelii Gaudium, donde dice: «no se dejen robar la comunidad», señalando que «el camino para construir un nuevo pacto social, ecológico, económico, educativo, pasa por una experiencia comunitaria de economía para los bienes comunes, de economías para los territorios, para el desarrollo sostenible, para una nueva arquitectura económica».

Realmar la economía

El canon económico actual, donde la economía es la ausencia de dinero, donde todo se construye sobre la escasez, es lo que provoca, según Brasileiro, posturas que no ven un futuro para la sociedad actual. Todo ello como consecuencia de un modelo extractivo, de corporaciones que saquean los recursos de los países. La alternativa es «realmar la economía, situarla en el centro de la vida de la persona y de todos los demás ecosistemas, mirar los territorios con mayor creatividad».

Una economía que impulsó el Papa Francisco, considerado por los jóvenes como «la mayor autoridad política que se preocupó por los caminos de la humanidad. Que fue capaz de hablar, de unir fuerzas denunciando el modelo de muerte, ya sea con la migración, ya sea contra las guerras, ya sea señalando la insensatez del mercado, del modelo climático, de las políticas públicas”.

La Economía de Francisco y Clara tiene el compromiso de crear una generación de jóvenes provocados por los llamamientos que están surgiendo, una juventud comprometida con la transformación global.

Fuente https://adn.celam.org/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *