Diez días que estremecieron al mundo

 

Presentamos una reseña del análisis de Lautaro Rivara, para comprender la guerra de los 10 días Rivara es sociólogo, analista especializado en América Latina y el Caribe, docente e investigador.

Israel dobló la cerviz, al probar por fin el fruto amargo de enfrentar a una potencia regional equivalente, a una entidad estatal simétrica, bien dotada de drones y misiles balísticos de última generación. Algo que se rebeló mucho más complejo que bombardear de manera inclemente un territorio diminuto, desarmado y llano de inocentes para propiciar su limpieza étnica como sucede hoy por hoy en Gaza. El mito viril del domo de hierro vuelve a derrumbarse, el daño a infraestructuras sensibles, incluso las críticas, resulta inocultable.

Presentamos una reseña del análisis de Lautaro Rivara, para comprender la guerra de los 10 días Rivara es sociólogo, analista especializado en América Latina y el Caribe, docente e investigador.

Contradicciones de Israel e Irán

1)La doctrina militar israelí está preparada para librar guerras ofensivas relámpago o, como estipula la Doctrina Dahiya, para arrasar organizaciones irregulares y territorios enteros por saturación, sin distinguir entre combatientes y no combatientes, como lo hizo en Gaza y el Líbano, contraviniendo todos los principios del derecho militar: proporcionalidad, distinción, humanidad, etcétera. Pero las propias contradicciones de la sociedad colonial, la falta de cohesión interna ante la política maximalista de Netanyahu, la fuga permanente de colonos, la estrechez de su territorio, la escasa disponibilidad de reservistas, y su dependencia de la logística, la inteligencia y el armamento de sus aliados occidentales (y de la colaboración de no pocas monarquías árabes) dificultan y con mucho enfrentar una larga guerra de desgaste como la que propuso Irán frente al desafiante ataque israelí del 13 de junio.

Estridente propaganda de intervención americana

3) El primer y segundo punto coadyuvan a entender el tercero: la intervención norteamericana sobre las instalaciones nucleares de Irán fue mucho más medida y consensual de lo que anunció una cuidadosa y estridente propaganda de guerra. La agresión buscó dar un balón de oxígeno a israelí.  El pánico generalizado, los costos económicos de una economía paralizada, el éxodo masivo y las restricciones a la salida de los ciudadanos israelíes dan una buena medida del aprieto en que se encontró Benjamin Netanyahu.

La realidad de Irak

4) Mucho más que una consonante separa a Irán de Irak. El gobierno de los Ayatolás no es el de Sadam Husein, en parte por haber asimilado la experiencia histórica del colapso iraquí, así como el del afgano y el libio. La república islámica lleva décadas preparándose para acontecimientos de esta naturaleza, y cuenta además con un escenario internacional mucho más equilibrado y favorable para resistir los embates del eje occidental, sean político-militares (una agresión aérea, o incluso una invasión) o bien sean económicos (como las medidas coercitivas unilaterales, menos gravosas ante la diversificación de mercados que permite la emergencia de un mundo tendencialmente multipolar).

Tres gigantes aportaron a la desescalada

5) Así, los intentos de Rusia, China y Turquía de poner paños fríos colaboran activamente en favor de la desescalada (sin ir más lejos, el Canciller iraní Abás Araqchi se reunió con Putin horas antes de darse a conocer el eventual alto al fuego). También contribuyó al temor occidental de que potencias nucleares como algunas de las mencionadas, o incluso otras como Corea del Norte o Pakistán, podrían transferir a la nación persa sus propias competencias nucleares; algo que suscitó escándalo en Occidente, pero que no se diferencia de la propuesta de Emmanuel Macron de extender el paraguas nuclear francés a toda Europa en su guerra –aún indirecta y limitada– contra Rusia.

Todo tiene un precio, también el combustible

6) En la misma línea debemos considerar el valor agregado que tiene para Irán el Eje de la Resistencia. El tácito control extranjero del Estrecho de Ormuz (cuyo bloqueo fue aprobado por el Parlamento, pero no efectivizado de momento), dan la nada despreciable capacidad de paralizar la mayor parte del flujo de hidrocarburos. de la Península Arábiga, amenazando golpear con a Trump donde más le duele: con un encarecimiento global de los combustibles que significaría una disparada de la inflación en los propios Estados Unidos, siendo ésta la variable más importante de política económica doméstica.

Resoluciones sin participación del Congreso

7) Que el objetivo final del tándem Trump-Netanyahu no es ni garantizar el de Israel a defenderse (ya analizamos de manera detallada aquella vieja zoncera aquí) ni esparcir el maná democrático por Medio Oriente. Sobre los estándares democráticos, no fueron pocos los analistas que repararon en un detalle sintomático: mientras el bloqueo del Estrecho de Ormuz fue debatido y decidido en el parlamento iraní, el acto de guerra de Donald Trump contra Irán se saltó la requerida aprobación del Congreso, violando de manera flagrante la constitución norteamericana, tal como lo denunciaron varios congresistas.

La verdadera madre de las disputas

9) El proyecto MAGA de Donald Trump atravesó el cimbronazo más importante de su política exterior en lo que va de su segunda presidencia. Así, los consensos en torno a cómo incidir en la transición hegemónica están lejos de ser monolíticos, ni tampoco es clara la definición de delegar todos los conflictos en curso (Ucrania, Medio Oriente, etcétera) en los aliados y subalternos, para reconcentrar así todos los esfuerzos y capacidades del viejo hegemón en la estratégica y dilatada disputa con China, auténtica madre de todas las batallas geopolíticas.

Por unas horas cambió el objetivo

10) Por último, estos diez días que parecieron una década. Mientras tanto, los incinerados por el pirómano –con el paradójico concurso del “bombero”– seguirán siendo los palestinos de Cisjordania, Jerusalén y Gaza, inmolados en una limpieza étnica que se beneficiará en estos días de un poderoso distractivo. Al menos, por algunas cuantas horas, las bombas no viajaron en dirección a Gaza, sino en dirección a los territorios ocupados, iluminando los cielos opacos de un enclave colonial que lleva meses sumido en la más completa oscuridad.

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