“El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres” (Sal. 125). Siento un gozo inmenso porque dos hermanos nuestros fueron elevados a los altares de la santidad: San José Gregorio Hernández y Santa Madre Carmen Rendiles. Es un compromiso que como cristianos y venezolanos tenemos: Seguir las virtudes de estos dos hermanos, vivir a plenitud el amor de Dios.
Personalmente siento una gran responsabilidad en mi vida, desde mi formación académica y mi vocación como futuro médico siento que hoy el Señor me grita y me llama al servicio más que nunca, que pueda amar sin límites; un llamado a seguir dando lo mejor de mí y más por la causa del Reino de Dios.
Por Yefer Aleiber Yepez, estudiante de medicina-Venezuela

