El amor es concreto (República Dominicana)

Desde que conocí el Movimiento de los Focolares, comprendí que el amor es concreto. Comencé a visitar a los que vivían más lejos, iba a cada pueblo donde se necesitaba. Una de las primeras experiencias que hice fue la de acompañar a una persona, miembro de la comunidad, cuando se enfermó. Fui a la clínica y me presenté con su familia, me ofrecí a quedarme la noche con ella, luego, cuando le dieron el alta, también iba a pasar una tarde con ella o, si era necesario, la noche.

Una experiencia más reciente la viví con Nani, una persona del Movimiento que estuvo enferma, tenía un problema de visión, entonces iba a hacer la reunión con ella, no me importaba que fuéramos solo dos. A veces la ayudaba en su casa: lavaba los platos, cocinaba, barría. Otras veces la llevaba al médico y la mantenía al tanto de lo que hacíamos en el Movimiento y a ella le daba mucha alegría.

Otra experiencia fue con una sobrina que no tenía quién le cuidara el niño y me ofrecí para cuidárselo. El marido me dijo que nunca había visto que una persona viajara solamente para ayudar a otro. Pero para mí es natural, porque somos una gran familia.

También tengo la posibilidad de acompañar a otra persona, ella casi no sale de la casa, entonces decidí ir a visitarla semanal o quincenalmente, la acompaño, la mantengo al día de lo que hacemos en el Movimiento y ella sabe que, desde su realidad actual, está dando su contribución al desarrollo del Movimiento en el mundo.

Dice nuestra presidenta Margaret Karram que la cercanía es el antídoto para este tiempo que estamos viviendo, yo lo he comprobado, ya que las personas se sienten amadas al ver que uno se desprende de su tiempo y da su disponibilidad para estar con ellos y esto me hace feliz.

Por Altagracia Soto- República Dominicana

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