Más de cuatrocientos participantes —líderes religiosos, científicos, representantes de pueblos indígenas, activistas juveniles y miembros de la sociedad civil— celebraron el décimo aniversario de la Laudato Si’, el poderoso llamado del papa Francisco a cuidar la Casa Común. La conferencia fue mucho más que un evento, fue un movimiento solidario y espiritual.
El papa León XIV rindió homenaje al legado de la Laudato Si’, que “se ha revelado como fuente de diálogo”, reconociendo su impacto en las escuelas, en las iglesias, en las instituciones académicas y en las cumbres internacionales. Recordó que la expresión “cuidar de nuestra Casa Común” se ha convertido en una luz orientadora en el discurso público y en la reflexión espiritual.
El Santo Padre habló del corazón como el lugar donde comienza la verdadera transformación. “Solo volviendo al corazón —afirmó— puede tener lugar una verdadera conversión ecológica. Debemos pasar de la recopilación de datos al cuidado; y del discurso ambiental a una conversión ecológica que transforme tanto los estilos de vida personales como los comunitarios”.
Durante la conferencia, voces de todos los rincones del mundo hicieron eco de este llamado, destacando el vínculo inseparable entre justicia climática y dignidad humana.
Entre los numerosos ponentes de alto nivel se contaron: Yeb Saño, presidente del Consejo de Administración del Movimiento Laudato Si’; la honorable Marina Silva, ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil; el doctor Iyad Abu Moghli, fundador y director de la iniciativa Faith for Earth del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA); Arnold Schwarzenegger, fundador del Schwarzenegger Institute (USC) y exgobernador de California; y el cardenal Michael Czerny, SJ, prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral.
La segunda jornada transcurrió entre oración, diálogo y reflexión, centrada en una pregunta: ¿cómo podemos transformar la urgencia ecológica en esperanza activa? Las respuestas surgieron de muchas formas: de la intuición científica, de la sabiduría espiritual, de las tradiciones indígenas y de la energía juvenil. Particularmente impactantes fueron el testimonio y las reflexiones de la señora Priyanka Lalla, defensora juvenil de UNICEF.
La jornada concluyó con una visita al Borgo Laudato Si’, un espacio sagrado donde el arte, la naturaleza y la oración se encuentran. “Nos recordó que cuidar de la creación no es solo un deber, sino una alegría”, afirmó Sara Sechi, secretaria ejecutiva del DBI.
Los talleres promovieron la colaboración y la creatividad. Los participantes reflexionaron sobre los puntos fuertes, los desafíos y las buenas prácticas inspiradas en la Laudato Si’. Esto permitió una comprensión más profunda entre las personas y las organizaciones implicadas, creando nuevas conexiones y descubriendo el poder de la acción colectiva para cultivar la esperanza y la sanación.
Al finalizar la conferencia, los participantes presentaron un compromiso personal o profesional, recibiendo agua procedente de un glaciar de Groenlandia que el Santo Padre había bendecido el primer día.
Como preguntó el papa León XIV: “¿Cuál será nuestra respuesta cuando Dios nos pregunte si hemos cuidado del mundo y de nuestros hermanos y hermanas?”. La conferencia “Raising Hope” invitó a cada uno a responder con valentía, solidaridad y compromiso a esta saludable pregunta.
Fuente https://www.infoans.org/es

