Más de 200 mil desplazados, más de 10 mil edificios incendiados, daños por valor de 150 mil millones de dólares y 10 millones de personas en alerta de evacuación.
Imágenes dramáticas de los incendios que arrasaron una inmensa zona, arrasando desde animales hasta vegetación, dieron la vuelta al mundo durante varios días. Miles de edificios están ahora reducidos a cenizas y hasta el momento han muerto 25 personas. Muchas familias lo han perdido todo y aún quedan 26 desaparecidos. Es desgarrador ver todavía hoy estas imágenes de sufrimiento. Y la emergencia aún no ha terminado. Nos hemos puesto en contacto con la comunidad de los Focolares de la zona para saber cómo viven esta situación.
“Los incendios en diferentes partes de nuestro territorio nos causan gran inquietud ya que no es posible extinguir completamente los focos de incendio debido al fuerte viento – escribe Carlos Santos, junto al fuego en Los Ángeles -. La previsión es que duren varios días más. Muchos han sido desplazados y muchos lo han perdido todo. Pero también vemos una gran respuesta de muchas personas que han traído comida, ropa, dinero y otras donaciones para los afectados por los incendios. La respuesta caritativa fue tan grande que en la televisión se pidió a la gente que no donaran más en algunas zonas porque ya no había espacio para lo que había llegado. Sí, la Providencia ha llegado en abundancia y sobrante.
El fuego no alcanzó las casas de ningún miembro de la comunidad local de los Focolares. Pero algunos tuvieron que mudarse porque vivían en zonas donde había riesgo de incendios.
El hogar de mujeres – continúa Carlos – acogió a una familia durante tres días, hasta que las autoridades dijeron que era seguro regresar a su casa. Nuestra casa de hombres también se ha puesto a disposición para acoger a personas en caso de que lo necesiten. Esto le dio más tranquilidad a la comunidad porque varias áreas del condado de Los Ángeles pueden tener mandatos de evacuación en caso de que el viento cambie de dirección y mueva el fuego allí. A través de su trabajo, algunos focolarinos y focolarinas han visto de primera mano el sufrimiento de muchas personas y familias que lo han perdido todo. Queremos acompañar a estas personas, darles consuelo y ayudarles a encontrar una solución estable”, concluye Carlos, agradeciendo los numerosos mensajes de cercanía y oración por este gran sufrimiento.
En este enlace del sitio web Focolare Media, órgano de comunicación del Movimiento de los Focolares en América del Norte, se puede leer el artículo sobre el «milagro del tabernáculo» en la iglesia de Corpus Christi en la comunidad de Pacific Palisades en California.
Lorenzo Ruso
Foto : @RS Fotos Públicas