Así vivimos este fin de año, con enorme agradecimiento a Dios por sus continuos dones, en primer lugar, las familias que, cualesquiera sean sus situaciones, nos han permitido asomarnos a la ternura del Padre que nos mira con Amor desde el vientre de nuestra madre como lo evidencian el Antiguo y el nuevo Testamento; a todos aquellos que van componiendo en el correr de la cotidianidad nuestra vida, que van escribiendo en nuestros corazones lo mejor de cada uno. Todo motivo de agradecimiento. También y, por excelencia, las marcas de las purificaciones, de los dolores de diversa índole, de esas pequeñas o grandes oscuridades que son maestras en la posibilidad de aprendizaje de la vida. 

Todo, si lo sabemos contemplar, nos permite tener un corazón abierto y profundamente agradecido. La gratitud es una manera de oración hacia Dios y hacia los hermanos.

Así despedimos el 2024, conscientes de las idas y venidas de nuestros pueblos, de los focos horrendos de guerra, de la cruel venta de armas, de los sistemas injustos de derechas y de izquierdas, de todo aquello que sabe de opresión al prójimo.

Vemos, miramos, y reconocemos también estas llagas de nuestro mundo, no las negamos, no nos encerramos en nuestro intimismo. Agudizamos nuestro compromiso con el cambio en nosotros mismos, a nuestro alrededor y con todo el tejido social donde estamos.

Comienza un nuevo año 2025, infinitas las posibilidades, infinitas las fuerzas. Energía para darnos un golpe de timón y querer vivirlo no tanto desde los acontecimientos, sino desde la conciencia, desde la interioridad que es capaz de proyectarse y esparcir mucha luz. Somos nosotros, cada uno, cada una, quienes podemos estar al lado de cada persona, de cada prójimo siendo amor, cuidado, protección, y atención cuando es necesaria para establecer

límites. A nosotros todos nos toca la decisión de no sobrevivir, sino de celebrar al lado de los otros, con sus características, con sus potencialidades, diferencias y dificultades.

Deseamos a todos los lectores de Ciudad Nueva Interamericana un año muy feliz. Queremos caminar con todos ustedes, queremos estar al servicio, con una información, comunicación y formación según vuestras necesidades. agradecemos a ustedes, nuestros lectores de los distintos países que están colaborando mensualmente con testimonios, notas, sugerencias, aportes; son valiosos. ¡Gracias!

Por Susana Nuin Núñez