Como cada mes se logró realizar el encuentro de Palabra de vida de los sacerdotes aquí en Quito.
Constante es la presencia de Mons. Andrés, Nuncio apostólico, que en compañía de Mons. Victor, emérito de Riobamba,y el focolar de Quito, se encuentra en este grupo de sacerdotes que vive asiduamente la palabra de vida.
Rica y profunda la comunión de experiencias, porque es cierto, es un encuentro para comunicar las vivencias de la Palabra, no es para hacer bellas reflexiones, no las sólitas predicas a las cuales estamos acostumbrados. Es una comunión de experiencias del vivir la Palabra, y donde se puede contemplar como cada uno en su comunión manifiesta que su vida fue siempre la de imitar a Jesús en su labor apostólica en la parroquia.
En la comunión, cada uno descubre el hilo de amor divino que sostiene su vida espiritual y su ministerio sacerdotal.

Incluso para algunos recibir su nueva Parroquia es ir más allá de la estrechez de sus propios esquemas y contemplar los horizontes de Dios mismo. Fue un momento bello cuando el sacerdote nos presentó su nueva parroquia.
La próxima cita será en diciembre en otra de las parroquias, donde el párroco comienza su nueva experiencia apostólica: Pomasqui (Parroquia rural del Distrito Metropolitano de Quito, Ecuador, y su nombre significa «Valle de los Pumas»).
Por Francisco Arismendi – Ecuador