Precisamente conocí el Movimiento de los Focolares u Obra de María (1) hace algunos años cuando asistí a una Mini Mariápolis celebrada en mi parroquia Santuario Divino Niño Jesús en Gurabo.

Fue una experiencia de vida cristiana maravillosa. Quedé enamorada con las diferentes formas de llevar el mensaje de la unidad. Me sentí ser parte desde el inicio. Comencé a ser parte del Movimiento y me entusiasmó por conocer más. He participado en los talleres: “Llamados a ser comunidad” y todo lo relacionado al Movimiento. Cuando me dijeron que realizaría una Mariápolis (2) de tres días expresé que me apuntaba gozosa.

 Poco a poco comencé a participar en la preparación y desde ese momento siento estar en la Mariápolis. 

 Para mí la Mariápolis es una fiesta espiritual donde se combina los aspectos del Movimiento con oraciones, misas, cánticos, presentaciones, juegos y todo lo disfruto a cabalidad. Los testimonios son parte esencial de la actividad, nos ayudan a entender la necesidad que tenemos las personas de expresar los sentimientos; nos motivan a poner en práctica el amor recíproco, siempre trato de llegar temprano al lugar para disfrutar del mismo y recibir la paz que emana. Cuando llegan las personas todo es alegría, abrazos y disponibilidad. Se siente la unidad, la pasión de todos por participar y estar ahí.

Mi motivación para decir presente todos los años es que hay un calor que brota del Espíritu. Siempre conocemos a personas nuevas y estamos presentes para dar y recibir amor. Aunque la Mariápolis tiene una estructura, cada una es diferente. Para la orga nización se utiliza la dinámica de los colores del arco iris yo quise servir en el color amarillo; que me apasiona, en este aspecto se organiza todo lo relacionado con la parte espiritual.

El tema a desarrollar estos tres días, la misión. Mi misión durante mucho tiempo es presentar a María con el mensaje «María nos conduce Jesús». Al discutir los puntos de la espiritualidad (3) quedé impactada desde la perspectiva de la vía o camino de María. He presentado este punto y el mismo me inspiró a escribir una canción basada en el punto nueve de la espiritualidad ‘La Vía o Camino de María» la misma va a ser incluida en un álbum que se presentará próximamente. Para mi cada Mariápolis es única, especial, de renovación y reflexión, así como, las experiencias vividas las atesoro en el corazón. Llegó siempre temprano y me voy de último preguntando cuando será la próxima. 

Por Ruth Katherine Nazario – Puerto Rico